El seleccionador español de baloncesto, Juan Antonio Orenga, ha confesado que se siente con "fuerzas, ganas y energía" para continuar en el cargo después de la eliminación en la Copa del Mundo, contratiempo que ha provocado que "todo lo que era maravilloso se haya convertido en un desastre".
"Creo que el trabajo realizado desde hace un año para preparar este torneo y el trabajo del mes y medio que hemos estado concentrados ha sido muy bueno. El nivel de baloncesto que se ha alcanzado en los seis primeros partidos de la Copa del Mundo ha sido realmente bueno. El último partido ha sido muy malo, pero no anula todo lo anterior. Fuerzas, ganas y energía por supuesto que tengo", se reafirmó Orenga ante la prensa.
"VAMOS A ESTAR TRANQUILOS"
El seleccionador habló un día después de que el presidente de la Federación Española, José Luis Sáez, aplazara a finales de octubre o noviembre cualquier decisión de futuro. "Como él dijo ayer, vamos a estar tranquilos, a tener un tiempo de análisis y reflexión. En la federación las decisiones no se toman nunca deprisa y corriendo. No tenemos urgencia", corroboró Orenga, que dijo entender las críticas.
"El máximo responsable del equipo soy yo y si los resultados no van bien el que se tiene que llevar los palos soy yo. Tiene que ser así. Cuando las cosas salen mal es normal que las críticas sean duras. Llevo desde los 14 años en el mundo del deporte a nivel público y cada día es un examen continuo. El deporte es así de duro. Le pasa a Nadal cuando pierde un partido después de ganar todo lo que ha ganado, que le criticamos, y le pasa a Fernando Alonso cuando no tiene un coche potente", comparó.
En este sentido, apuntó que "no tiene que sorprender" que se ponga en tela de juicio su gestión. "¿Qué paso después del Mundial de fútbol? Todo lo que era maravilloso se convirtió en un desastre. Es normal cuando las cosas no salen bien. Dejas pasar el tiempo y las cosas vuelven a su sitio, el razonamiento que parecía tan claro no lo es tanto", analizó.
El seleccionador entiende que "la gente esté cabreada y dolida" con la eliminación, pero reclamó que "los más cabreados" son los propios jugadores y técnicos de la selección española, que tienen "esa misma sensación multiplicada".
"La noche del partido no dormimos, hablamos intentando encontrar un motivo, sobre todo para el futuro, para cuando volvamos a una situación así no vuelva a suceder. Si tuviera una conclusión clara diría: 'Ha ocurrido esto'. Pero no la tengo. Esta semana volveré a ver el partido con más calma y lo analizaremos", declaró.
Además, Orenga aseguró que mantiene "una relación muy buena con los jugadores", pero agregó que "no es el momento de hablar con ellos". "Después del partido hablamos, cenamos y nos despedimos. Ya hablaremos con tiempo", apuntó, convencido de que a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro "van a llegar seguro". "Solo hay cuatro jugadores de 34 años, los demás tienen menos de treinta. Ginobili ha estado muy bien con 38 años jugando con San Antonio Spurs. Tenemos que esperar a que pasen estos dos años y ver cómo están físicamente", zanjó.