La plata olímpica que Lydia Valentín debió colgarse del cuello el 15 de agosto de 2008 está, por fin, en sus manos casi diez años después, desde este 16 de enero de 2018 en que la halterófila española ha recibido su premio en una ceremonia solemne celebrada en el Comité Olímpico Español (COE).