Guardiola está harto del defensa, de que éste sea protagonista todos los días de la prensa del corazón, de que los anuncios sean su prioridad y se lo ha hecho saber a Sandro Rosell y el técnico ha vuelto a chocar de nuevo con el Presidente. Rosell considera al defensa un símbolo y no se toca. A estas alturas el técnico de Sant Pedor ya había renovado en otras temporadas.
El primer encontronazo entre ambos es cuando el defensa forzó una amarilla para poder jugar el clásico, más tarde se refirió al Madrid en rueda de prensa y se refirió a ellos lanzando un desafío en las jornadas que quedaban por delante. La debacle de Pamplona donde el defensa falló en los tres goles le pasó factura y no jugó contra el Leverkusen. La gota que colmó el vaso fueron las críticas de Piqué al estamento arbitral dónde Guardiola ya no lo defendió.
Piqué podría ser el siguiente de una larga lista de víctimas de Guardiola