Rüdiger, Ancelotti y un Real Madrid que se sintió superior al City
El triángulo antiHaaland, Camavinga y Vincius, claves del empate entre Real Madrid y Manchester City
Redacción / Efe
El Real Madrid salió del Santiago Bernabéu con la sensación de haber dejado escapar una oportunidad para llevarse ventaja al Etihad el próximo miércoles tras resistir una primera media hora de dominio del Manchester City contrarrestada por movimientos tácticos del técnico italiano Carlo Ancelotti, por el excelso nivel de Rüdiger y la demostración de nuevo del poderío físico del conjunto blanco.
"Merecimos más", fue la frase más repetida por jugadores, entrenador y director de relaciones institucionales tras un encuentro que acabó 1-1 y que reforzó a un Real Madrid que planteó un gran partido ante el, a priori, gran favorito al título.
Rudiger-Alaba y un partido perfecto
La amarilla al brasileño Éder Militao en la vuelta de cuartos contra el Chelsea le hizo perderse la ida de semifinales frente al Manchester City. Pero lo que parecía como una baja trascendental ante el noruego Erling Haaland, pasó a ser una fortaleza.
Militao pasó de ser catalogado, y casi autoproclamado, mejor central del mundo, a encadenar partidos con errores groseros que costaban goles al Real Madrid. Y recibir un toque de atención de Ancelotti.
Esto le abrió las puertas de la titularidad al alemán Antonio Rüdiger. El tercer central de la plantilla que asumió el reto como una oportunidad y como lo que era, su gran día.
Fue la sombra de Haaland. En todo momento, no le dejó respirar en base a una defensa más propia de un pívot de baloncesto que de fútbol, incluso llegándole a meter la cabeza entre el brazo y el cuerpo para que notara siempre su presencia.
De los nueve duelos defensivos, Rüdiger ganó cinco, solo hizo dos faltas y venció en tres de cinco disputas aéreas. Y cuando no llegaba, aparecía el austriaco David Alaba para la ayuda.
Dijo Ancelotti en la previa que no preparaba el partido pensando solo en Haaland, pero los 90 minutos demostraron que sí hubo un trabajo específico con Rüdiger y Alaba como estandartes. La 'mala' noticia para Carletto, que recupera a Militao para la vuelta. Y el debate está abierto.
Camavinga para todo
Tras la consecución de la Copa del Rey, Camavinga repitió eso de que el lateral izquierdo no es su posición favorita, pero que, como ocurre en todo discurso de futbolista, jugará donde le pongan para ayudar al equipo. Y eso hizo. En un escenario sin igual.
Un portento físico como Alphonso Davies sufrió cada minuto contra Bernardo Silva en cuartos de final. Tanto que en la vuelta fue suplente, pero Camavinga salió airoso y vencedor del duelo. Según datos de BeSoccer, el portugués encaró en 12 ocasiones, y solo ganó el 25%.
Además, Camavinga, tras una pared con Modric, fue quien desequilibró el orden del City para propiciar el 1-0 de Vinícius.
Clave en defensa y en un ataque donde tras el descanso, cuando fue superior el Real Madrid, se incorporó al centro del campo para ayudar a Kroos y Modric.
4-1-4-1 para frenar al City
La del francés Camavinga fue una de las modificaciones tácticas tras las que salió vencedor Ancelotti. La otra, tras el dominio inicial del City, cambiar el esquema en la presión para incomodar la cómoda salida de balón de los de Pep Guardiola que hizo enmudecer al Santiago Bernabéu en los primeros minutos.
4-1-4-1. Ese fue el cambio para igualar la superioridad en el centro del cambio que conseguían los citizen con Stones pasando de ser defensa a centrocampista.
Un esquema en el que Kroos ejercía de pivote, ese que Guardiola dijo que les obliga a defender más, y con Valverde ocupando todo el espacio y Modric dejando definitivamente atrás la lesión en los isquiotibiales de la que se recuperó en tiempo récord.
Pintus vuelve a imponerse
Modric fue el estandarte de la capacidad física del Real Madrid. El método Pintus volvió a imponerse. Tres días antes, el conjunto blanco se imponía en la Cartuja de Sevilla a Osasuna en la final de la Copa del Rey (2-1) en un partido que acabó casi a medianoche.
Sin embargo, este calendario no pareció afectar al Real Madrid. Incluso a pesar de tener que correr detrás del balón durante varios minutos seguidos en la primera media hora. Lo que parecía ser un desgaste planeado por Guardiola, intentando atraer al rival, no tuvo efecto.
Es más, el Real Madrid acabó mejor el partido y no se notó ese desgaste de haber jugado una final tres días antes.
Ahora, ocho días hasta la vuelta y con el partido del Getafe del sábado en el Bernabéu ni nombrado por los protagonistas tras el partido. El objetivo es la 'Champions' y esta semana, con el Barcelona pudiendo ser ya campeón de Liga, será una muestra de ello.
El debe de Benzema
El partido del Bernabéu no fue para los 9. Si Haaland, aunque tuvo tres ocasiones, no logró imponerse, el francés Karim Benzema estuvo desaparecido y errático. Ya contra Osasuna no estuvo bien, y contra el City pasó desapercibido.
Tres disparos, uno a puerta, de cabeza, un regate intentado, sin éxito, y cuatro dueños ofensivos de los que no salió vencedor en ninguno. Estos son los datos que arrojan el partido de un Benzema que, además, por sensaciones, no se le ve fino.
Muestra de ello que en la primera no pudo aprovechar un gran centro de Rodrygo desde banda derecha. No remató de primeras, intentó controlar, no acertó, y el balón acabó dándole en el brazo. Ocasión perdida.
Benzema suma 14 goles en 13 partidos de eliminatorias de Champions. Desde cuartos de final de 2021 no se queda sin marca en un ida y vuelta en la Liga de Campeones. En el Etihad, el próximo miércoles, tendrá su revalida.