El estadounidense Chris Horner (Radioshack) hizo realidad su sueño rojo en Cibeles, donde a sus casi 42 años levantó los brazos como vencedor de la Vuelta 2013, un récord al ser el ciclista de más edad que gana una de las grandes, algo insólito que rompe teorías en el ciclismo.
Horner escuchó el himno de su país frente a La Cibeles y de espaldas a la Puerta de Alcalá. Muy "chulapo", como siempre, risueño, recibió el reconocimiento del campeón acompañado de su gran rival, el italiano Vincenzo Nibali (Astana) y del español Alejandro Valverde (Movistar), sus escoltas en el podio.
Un fin de fiesta previsible después de cumplir con el trámite de la última etapa, esta vez con el trayecto de 109 kilómetros desde Leganés, al que se apuntó como vencedor al esprín el australiano Michael Matthews, el mismo que se impuso en Lago de Sanabria, una de las esperanzas del ciclismo de su país.
El "abuelo" Horner, a punto de cumplir 42 otoños, se ha llevado una Vuelta que ni él mismo esperaba. Se conformaba "con vestir algún día el maillot rojo", pero en la carretera ha demostrado ser el más fuerte. Ha roto muchos planteamientos. Llegó a la salida de Galicia después de una lesión de rodilla que le impidió correr el Tour y con solo 14 días de competición.
Su anarquía alimentaria es conocida por su afición a las hamburguesas, las pizzas, y cosas de las que huyen la inmensa mayoría de los corredores. Son piezas casi prohibidas, pero si alguien le impide el consumo, el ciclista nacido en Okinawa (Japón) puede enfurecerse.
ILUSIÓN, TRABAJO Y GANAS DE CUIDARSE
Los técnicos del Radioshack destacan la mezcla de fortaleza física y mental. "Ilusión, trabajo y ganas de cuidarse" son sus claves. Por eso, bromea, se plantea "durar hasta los 50 años". De momento, no tiene equipo para 2014, pero irá a por su vigésima temporada como profesional.
Residente en San Diego y padre de 3 hijos, tiene una filosofía de vida muy abierta y eso, según los técnicos del Radioshack, puede ser uno de sus éxitos. Mientras otros se cuidan al extremo y les llega la fatiga mental; él es todo lo contrario", dicen.
Para el recuerdo sus dos triunfos de etapa, en el Mirador de Lobeira (3a), cuando ya habló de intentar ganar la Vuelta, y en el Alto de Hazallanas (1a). También su ascenso de pie en la bicicleta hasta Formigal y el remate en el Angliru, cuando terminó con la resistencia de Nibali.
TERCER PUESTO DE VALVERDE
El ciclismo español se ha tenido que conformar con el tercer puesto de Valverde y tres triunfos de etapa: dos de Dani Moreno (Fisterra y Valdepeñas de Jaén) y la de Purito en el Naranco. El catalán no pudo subir al cajón. Se quedó en el siempre fatídico cuarto escalón. Flojo balance que deja dudas para el futuro.
La ceremonia de Cibeles tuvo un trago agridulce con el Euskaltel Euskadi, que se despidió de la Vuelta después de 20 años en el pelotón. La escuadra vasca subió al podio como vencedora por equipos, pero se hizo una triste última foto que sonaba a punto final. "Se me ha saltado alguna lágrima", dijo su estandarte, Samuel Sánchez.
El cuadro de honor se completó con el francés Nicolas Edet (Cofidis), rey de la montaña; Alejandro Valverde, ganador por puntos y de nuevo Chris Horner, de la combinada.
Próxima cita, el Mundial de Florencia. Espera el maillot arco iris. A la monumental ciudad italiana acudirán los Alberto Contador, Valverde, Purito, Samuel Sánchez,... También Chris Horner. Ya nadie se ríe.