La Vuelta 2013 ya es un mano a mano entre Vincenzo Nibali y Chris Horner tras la subida a Peña Cabarga, donde el 'tiburón' italiano ha vuelto a quedar al descubierto y el 'abuelo' americano se ha erigido en máximo favorito a la victoria final.
Segundo síntoma de flaqueza de Nibali y segundo mordisco de Horner a una diferencia entre ambos que ya se ha quedado en solo tres segundos en la clasificación general. Ni una pedalada en el Angliru, al que ambos apelan para hacerse con 'la roja' definitiva, la que se viste en Madrid.
Horner confía en su espléndido e increíble momento de forma, en su enorme poderío hacia arriba. Y hacia arriba mira, y mucho, el Angliru. Como que casi es vertical.
Precisamente en esa característica de la pared asturiana, sus grandes porcentajes, confía el líder del Astana para doblegar al incuestionable mejor escalador de la carrera. Curioso.
VALVERDE, TERCERO EN DISCORDIA
Nibali comparte la opinión generalizada de que 'el olimpo del ciclismo español' no se puede ascender de pie sobre la bici, como sube Horner. Y que el americano resbalará si mantiene su estilo.
No lo tiene tan claro Alejandro Valverde, el tercero en discordia. El murciano, relegado ya a un segundo plano como su 'alter ego' Joaquim Rodríguez, cree que el estadounidense "patinará y hará lo que sea" para ganar esta Vuelta. En la que está dejando a todos anonadados. Con casi 42 años a sus espaldas y esa manera de avasallar no es para menos.
Aunque Horner aún debe doblegar a un experto en defender 'la roja' agarrado a una pared. Porque Nibali ya aguantó lo indecible en otro coloso para ganar primera Vuelta. Fue en 2010, en aquella ocasión en la casi inalcanzable Bola del Mundo y ante los numerosos envites de Ezequiel Mosquera. Otro veterano que impactaba.
Fue entonces un intenso, vibrante y espectacular mano a mano. Como el que se espera el sábado en la Cueña des Cabres y demás retorcidas cuestas del Angliru. Es en lo que ha quedado la Vuelta. que no es poco.