La polémica victoria liguera anoche en Elche del Real Madrid (1-2) dejó tres puntos en el casillero del conjunto madridista, que, pese a aguantar el ritmo del Barcelona y del Atlético de Madrid, volvió de tierras alicantinas con sabor agrio y cargado de dudas tras ofrecer una mala imagen.
Durante noventa minutos, el equipo de Carlo Ancelotti mostró unas carencias que dejaron al descubierto muchas dudas que podrían ser catastróficas de repetirse el próximo sábado, en el derbi frente al Atlético de Madrid que se disputará en el estadio Santiago Bernabéu.
El Real Madrid no aportó calidad y ganó prácticamente por inercia. En Elche opinan otra cosa, que venció gracias a decisiones equivocadas del árbitro, Muñiz Fernández, que vio un penalti con el tiempo de descuento cumplido que criticaron los jugadores del conjunto de Fran Escribá. "Nos vamos con la sensación de que nos han robado", afirmó con rotundidad el capitán Edu Albacar.
LOS PEORES 90 MINUTOS DE LA TEMPORADA
Pero ni la pena máxima sobre el portugués Pepe, ni la polémica acción de una posible tarjeta no mostrada a Sergio Ramos (hubiera sido la segunda), ni los dos goles de Cristiano Ronaldo que dieron la victoria a los blancos, pueden tapar una realidad: el Real Madrid jugó mal y ofreció, quizás, los peores noventa minutos de la temporada.
La llegada de jugadores nuevos y de un sistema diferente al que utilizó el técnico portugués José Mourinho, lógicamente precisa un tiempo para que, poco a poco, vayan acoplándose sus piezas e ir engrasando su maquinaria. Sin embargo, en Real Madrid parece no avanzar.
Estrenó el curso contra el Betis en el estadio Santiago Bernabéu. Los andaluces plantaron cara y estuvieron a punto de rascar un punto, pero perdieron (2-1). Fueron derrotados por un acto de fe más que de juego.
Después, el Real Madrid ganó en Granada (0-1), con un gol de Karim Benzema, y prácticamente pidiendo la hora. El Athletic dio un respiro, perdió 3-1 con claridad, y en Villarreal el meta Diego López permitió a los blancos sumar un punto (2-2).
En la Liga de Campeones, el Galatasaray puso contra las cuerdas a los hombres de Ancelotti en los primeros minutos, pero después el Real Madrid despertó para completar el que tal vez haya sido su mejor partido hasta el momento goleando a domicilio (1-6).
El Getafe, antesala del desastre de Elche, no fue rival. El equipo de Luis García fue presa fácil, está débil, no es el Getafe de otros años, y sucumbió 4-1.
CARENCIAS, A LA LUZ
Pero en Elche, los males del equipo salieron a la luz a la vez, de golpe. Sólo se salvaron dos figuras: Diego López, que evitó dos goles en la primera parte, y Cristiano Ronaldo, que con su insistencia y determinación, al final consiguió su objetivo, dar tres puntos a su equipo y continuar celebrando su renovación multimillonaria.
El resto presenta, al menos de momento, dudas. No se ve profundidad, no aparece dominio claro del balón, no hay juego directo. Todavía hay resquicios del esquema de Mourinho que aún salen a relucir en una táctica que pretende aportar más control del balón.
Sin embargo éste no llega y salen viejos vicios que también fueron aciertos. Jugadores nuevos, como Asier Illarramendi, ayer suplente, tratan de adaptarse a contrarreloj. Isco suele brillar, es la mejor noticia hasta ahora, pero en Elche estuvo desaparecido. Gareth Bale, un contragolpeador nato, está casi inédito por su tardía llegada, no jugó en Elche y aún es duda para el encuentro ante el Atlético por un problema muscular.
Los laterales, especialmente por las lesiones, parecen no tener dueños fijos. La lesión de Marcelo Vieira dio minutos en la derecha a Dani Carvajal al cambiar a la izquierda a Álvaro Arbeloa.
En Elche, Carvajal salió del once para que Fabio Coentrao debutara en partido oficial en la izquierda, mientras Arbeloa volvía a su puesto natural.
Y en la delantera, Benzema, pese a presentar sus mejores cifras anotadoras en un arranque de temporada, no deja de ofrecer dudas mientras esperan en el banquillo Álvaro Morata y Jesé Rodríguez. Mientras, se ve desde la lejanía como Gonzalo Higuaín golea en el Nápoles.
En el centro del campo, Luka Modric parece el único fijo en el esquema de Ancelotti. No encuentra a su escudero ideal y el técnico italiano, con Xabi Alonso lesionado, alterna a Sami Khedira con Illarramendi, ya recuperado plenamente de una lesión.
Todas esas dudas explotaron en Elche. Y Ancelotti se ve en la obligación de resolverlas cuanto antes para no perder el "tren de la liga" demasiado pronto. Anoche mismo, tras el partido, el técnico con dudó en reconocer que "jugando así no ganaremos el derbi".
Las exigencias del Real Madrid casi no conceden tiempo para ensamblar piezas. Y una de ellas es la siempre cita importante con un Atlético de Madrid que, en cambio, vuela.