La propuesta de reforma fiscal del Gobierno de Pedro Sánchez ha copado este martes la precampaña madrileña con la implicación del propio jefe del Ejecutivo, quien ha defendido que su plan de armonizar tributos como patrimonio, sucesiones y donaciones, como pide la UE, no contradice la promesa del candidato del PSOE, Ángel Gabilondo, de no subir impuestos en Madrid.
El debate sobre los impuestos irrumpe en la precampaña madrileña después de que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, incluyera entre sus prioridades de reforma fiscal la armonización de determinados tributos "vinculados a la riqueza", como los impuestos de patrimonio, sucesiones y donaciones, para evitar que la descentralización "deje vacíos" algunos de ellos.
Pese a ello, Gabilondo ha reiterado su "compromiso" de "no tocar los impuestos" en los dos próximos años mientras la presidenta regional y candidata del PP, Isabel Díaz Ayuso, ha aprovechado para comprometerse "personalmente" a realizar "una bajada histórica" del IRPF.
Ayuso ha asegurado que se va a "rebelar contra cualquier imposición fiscal" que pretenda llevar a cabo el Gobierno de Sánchez y ha defendido que precisamente los bajos tipos que su Gobierno aplica a estos impuestos -en el caso de sucesiones y donaciones, bonificado prácticamente en su totalidad- permiten seguir recaudando y atraer inversión a Madrid.
"Han realizado una serie de anuncios gravísimos de subidas de impuestos en la Comunidad de Madrid, algo que, sin duda, espanta a la iniciativa privada y al capital que son clave para nosotros en nuestra economía. Me gustaría que hiciera lo mismo y que le dé el mismo trato al resto de las comunidades autónomas", se ha quejado Ayuso.
El portavoz de su Gobierno, Enrique Ossorio, ha atribuido a los "pactos" de Pedro Sánchez con Cataluña esta armonización fiscal, y ha opinado que es una "incongruencia" que se anuncie esto al mismo tiempo que el candidato del PSOE a la Comunidad, Ángel Gabilondo, promete que si gobierna no tocará los tributos en dos años.
Sensibilidades territoriales
Pedro Sánchez, en rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno, ha rechazado que haya contradicciones entre la voluntad de su gabinete y las promesas de su candidato, porque lo que Gabilondo defiende se circunscribe a Madrid y en cambio Moncloa persigue integrar en su reforma fiscal todas las "sensibilidades" autonómicas, que a veces difieren aún siendo gobernadas por el mismo partido.
El presidente ha recalcado que la reforma fiscal es un debate "necesario" que viene exigiendo la Comisión Europea, y ha garantizado que se pondrá en marcha sin poner en peligro la recuperación económica.
Gabilondo, por su parte, ha reafirmado su promesa: no tocará los impuestos en los próximos dos años si llega a la Puerta del Sol, porque se trataría de un gobierno "extraordinario para dos años extraordinarios, en una situación de pandemia", en la que no se le pueden pedir "más esfuerzos" a los madrileños.