El periodista y tertuliano de televisión Jimmy Giménez-Arnau ha fallecido a los 80 años, según ha confirmado su mujer, Sandra, al equipo de 'Ni que fuéramos Shhh', sin que de momento hayan trascendido las razones de su muerte.
Así lo ha anunciado este miércoles en directo el director del programa, David Valdeperas.
Tertuliano, periodista y escritor, trabajó en programas como 'Tómbola', en Canal Nou, 'Dónde estás corazón', de Antena 3 o 'La noria' y 'Sálvame' de Telecinco.
Nacido Joaquín José Víctor Bernardo Giménez-Arnau en Brasil en 1943, fue hijo del diplomático y escritor José Antonio Giménez-Arnau y, tras licenciarse en Derecho y Periodismo, ejerció como corresponsal de guerra, además de participar en el nacimiento de la revista satírica 'Hermano Lobo' en los años finales del franquismo.
Probó suerte en el mundo del cine, pues escribió y dirigió junto a Julio Wizuete la película 'Cocaína' (1980), además de participar en ella como actor, y publicó varias obras literarias, alternando poesía y novelas como 'Los insatisfechos' o 'Zelos'.
Fruto de su primer matrimonio en 1977 con María del Mar Martínez-Bordiú y Franco, nieta de Francisco Franco, publicaría asimismo una obra autobiográfica titulada 'Yo, Jimmy. Mi vida entre los Franco' y terminaría convirtiéndose en un personaje habitual de la prensa del corazón. El matrimonio quedó disuelto por el Tribunal de la Rota en 1993.
Precisamente en este ámbito volvió a experimentar a partir el año 2000 un resurgimiento profesional como colaborador de varios programas de crónica rosa, desde el pionero y controvertido 'Tómbola' de los canales autonómicos al citado 'Sálvame'.
Por sus polémicas intervenciones vivió varios encontronazos con otros personajes populares, como cuando en 1993 durante su etapa como tertuliano en el programa de radio 'Protagonistas' de Luis del Olmo, la actriz y presentadora de televisión Norma Duval se presentó en el estudio en directo y le lanzó uno de sus zapatos.
Desde las 20 horas está instalada la capilla del colaborador que desveló hace años en una entrevista que su herencia sería para su mujer y su hija, a partes iguales, y que su deseo era ser incinerado.
''Y sus cenizas sumergidas en los mares del sur dentro de una vasija que diga: “Ahora vuelvo” para seguir molestando'', comentó a la vez que decía que le encantaría reencarnarse en Jesús Gil.