La ceremonia religiosa tendrá lugar en la capilla de El Rincón: ‘Toda la celebración será allí, un lugar tan emblemático para mi padre’
REDACCIÓN
En septiembre del pasado año, la ganadora de la cuarta edición de Masterchef Celebrity se mostró muy segura al romper la relación amorosa que mantenía con el diseñador de coches Iñigo Onieva tras descubrirse su infidelidad. Estos hechos tuvieron lugar unas horas más tarde del anuncio de compromiso de la pareja.
Sin embargo, Iñigo arrepentido y decidido a recuperar a la que considera el amor de su vida, decidió retomar el contacto con la marquesa de Griñón. Gracias a un ‘milagro’ navideño Tamara decidió dar a su exprometido una segunda oportunidad y fue el 24 de diciembre en la Misa del Gallo cuando se reencontraron y sus vidas cambiaron por completo.
Lentamente fueron retomando su relación. La primera escapada romántica tras su ruptura fue nada más ni nada menos que al Polo Norte, un viaje para encontrar la calma que los unió aún más. En la localidad de Laponia, montaron en motoesquí, pescaron en helados lagos y hasta hicieron una excursión con trineos tirados por huskies.
El viaje dio rienda suelta a su amor, y así unos meses más tarde, Iñigo volvió a proponer matrimonio a la marquesa. La diseñador de moda al ver que el empresario había cambiado de verdad, decidió hacer caso a su corazón y aceptar la propuesta que sellaría sus casi 3 años de historia de amor.
Así lo ha anunciado hace poco más de dos semanas en ¡HOLA!: “Iñigo y yo nos casamos el 17 de junio”. “Será una boda no demasiado grande, con nuestros familiares y amigos más cercanos. La celebración será en el palacio de El Rincón y la fiesta comenzará por la tarde”.
Cambio de planes
No obstante, la hija de Isabel Preysler nos ha dejado con las ganas de boda y ha pospuesto el gran día al 8 de julio, casi un mes más tarde. El motivo, según ha comentado a la revista ¡HOLA!, ha sido la imposibilidad de varios seres queridos y familiares de asistir en la fecha prevista. Ante esto, Tamara se ha mostrado optimista y ha indicado que usará ese tiempo para cuidar cada detalle y organizar mejor los preparativos.
Asimismo, ha contado que todavía no tiene el vestido de boda y que está valorando las diferentes opciones. Como diseñadora y amante de la moda es un proceso que le apetece mucho vivir, ha espetado. El único detalle que ha dado es que el vestido no será diseñado por su amigo Juan Avellaneda aunque sí que contará con su opinión para la elección de este.
Mientras llega el tan ansiado día, Tamara no solo continúa con los preparativos sino que también sigue llevando a cabo diferentes proyectos personales como la reforma de su ático, además de participar semanalmente en El Hormiguero.