Son un elemento esencial en el ciclo integral del agua y aun así unos grandes desconocidos para el ciudadano medio: los tanques de tormentas. Se encargan de almacenar las primeras aguas de lluvia y regulan su paso hacia las depuradoras.
El proceso de saneamiento del agua no solo incluye la recogida de las aguas residuales de hogares e industrias para que, tras su paso por las depuradoras, puedan ser devueltas en las condiciones adecuadas a los ríos. O para prepararlas para que sea posible regar calles, parques y jardines con lo que llamamos “agua regenerada”. En esta red también se incluye, aunque no muchos lo sepan, el agua de lluvia.
¿Qué es un tanque de tormentas?
Son grandes depósitos subterráneos que recolectan el agua de lluvia y posteriormente la bombean progresivamente a las depuradoras. Esto es importante porque de no existir estos tanques, en periodos de lluvias muy intensas, las depuradoras se verían obligadas a derivar el caudal sobrante directamente a los ríos, sin depurar.
Según estudios realizados por Canal de Isabel II hay casos en los que la primera hora del agua procedente del drenaje urbano en época de lluvia es más contaminante que el agua residual en tiempo seco. Esto es porque las primeras aguas pluviales arrastran consigo los metales de la atmósfera junto con toda la suciedad acumulada en las calles (deposiciones de animales, residuos sólidos del suelo, aceites de motores de coches…), además de los residuos acumulados en los colectores.
Así, estos tanques de tormentas almacenan estos contaminantes y facilitan que puedan ser depurados de tal forma que no se vea afectado el ciclo natural de los ríos. Además, ayudan a evitar posibles inundaciones.
¿Cómo llega el agua hasta el tanque de tormentas?
Cuando se dan episodios de lluvia prolongados, el excedente de agua recogida durante las precipitaciones por los colectores municipales se deriva al tanque de tormentas mediante el partidor. Este es el encargado en estas instalaciones de distribuir el caudal, dejando pasar el caudal máximo que pueda admitir a través del colector.
El colector es el encargado de recoger el agua derivada y conducirla hasta el tanque. Antes de su entrada a este, el agua pasa por una serie de rejas que permiten retener grandes residuos sólidos que pueda arrastrar el agua. Una vez retenidos los desechos de mayor tamaño, el agua se reparte por la obra de llegada.
¿Cuántos tanques de tormentas componen la red?
De acuerdo con los últimos datos disponibles, Canal de Isabel II gestiona más de 65 tanques de tormentas que evitan el vertido a los diferentes cauces de los excedentes de agua en periodos de lluvia que no pueden tratar de forma inmediata las diferentes depuradoras receptoras, laminando caudales y previniendo también ante posibles inundaciones.
Ocho de ellos se sitúan en la ciudad de Madrid, y pueden regular más de 1,2 hectómetros cúbicos de agua, convirtiendo así a la capital en la ciudad con la mayor red de tanques de tormenta del mundo. Los dos mayores tanques de tormentas del mundo se encuentran igualmente en Madrid. Se trata de las instalaciones de Arroyofresno y Butarque. El resto, de menor capacidad, se distribuyen en el resto de la región.
Pueden retener hasta 1,48 hectómetros cúbicos, o lo que es lo mismo, casi 1.500 millones de litros de agua: una cantidad mayor que el consumo diario de agua en la región y equivalente a 27 veces el volumen del estanque de El Retiro.