La sequía castiga a todo el continente europeo con niveles de agua nunca vistos en sus ríos en un verano marcado por fuertes olas de calor.
La tierra seca aumenta y el nivel del agua cae en picado en el Rin. En la ciudad alemana de Colonia el nivel de agua no alcanza ni el metro de profundidad, 75 centímetros, que impide a muchos barcos navegar llenos para no quedar atascados en el lodo.
El Danubio también muestra un nivel ínfimo a su paso por Budapest. La sequía asola los lagos húngaros hasta el punto de amenazar la subsistencia de las granjas.
La escasez de agua también azota al Po, el río más caudaloso de Italia. En el norte del país no han visto llover desde hace meses.