La competitividad empresarial pasa por la modernización constante para que pequeñas y medianas empresas no queden descolgadas.
Es el caso de la empresa mediana APRIM, donde se fabrican piezas para Volkswagen. La digitalización les ha puesto en la primera línea del sector invirtiendo 5 millones de euros, de los que el 10% vienen de las ayudas del plan 4.0 de la Comunidad de Madrid.
Se trata de una empresa familiar que compite en el mercado internacional suministrando piezas de precisión a Talgo o elaborando material sanitario.
“Mi abuelo empezó en la cocina con una máquina manual de aquel entonces haciendo piezas con mi abuela al lado cocinando”, cuenta Guillermo Sanz, director técnico de APRIM.
Ahora, gracias a su apuesta por la digitalización todo se hace de forma automática en la empresa. “Es necesario automatizar para poder competir a nivel internacional”, afirma Sanz.
La Consejería de Economía, Hacienda y Empleo convoca anualmente ayudas destinadas a las pymes industriales que cuenten con un centro de trabajo en la Comunidad de Madrid, para apoyar sus procesos de digitalización.
Este año, 72 empresas madrileñas se han beneficiado de las ayudas que la Comunidad de Madrid otorga dentro del plan.