Expertos de todo el mundo se reúnen en Estocolmo para analizar al importancia de este recurso natural en la Semana del Agua
DGG / EFE
El agua es un recurso natural crítico para la vida y también un patrón de riqueza que condiciona el desarrollo económico y social de los territorios. Su importancia se pone de manifiesto aun más si cabe en periodos de escasez, como los que estamos viviendo este verano, con los embalses españoles rozando el 35% de su capacidad.
En España estamos acostumbrados a vivir ciclos de sequía, pero vamos camino de sufrir el verano más cálido de nuestra historia, desde que tenemos datos. Cultivos como el de la uva, con el adelanto de la vendimia, o recursos como la miel, que se están viendo afectados de manera directa, son algunos ejemplos del impacto directo de la falta de agua.
En otros territorios donde la carestía de agua era prácticamente inexistente hasta ahora, como es el caso de Gran Bretaña, han dado la voz de alarma ante el impacto que pueda tener el que se considera ya su verano más seco.
Repost from UN Climate Change : Satellite images of the UK before and after the 40°C record breaking heatwave. We can still avoid the worst climate impacts and create a more sustainable world, if we act now. 🛰️: #Sentinel3#NASA#ClimateCrisis#ClimateChangepic.twitter.com/ZNTmD8JlRx
— greenchester@chester.ac.uk (@GreenChester) August 16, 2022
Por otro lado, la demanda de este recurso no para de crecer, al ritmo de la población mundial. Según UNESCO, el mundo consumirá el triple de agua a mediados de este siglo.
Son señales de lo que ya se considera un hecho consumado, el cambio climático. El aumento de la temperatura global y las alteraciones que esos grados de más está produciendo en las sinergias atmosféricas, auguran un nuevo escenario de escasez al que tendremos que acostumbrarnos.
La pregunta es: ¿Cómo afrontar este nuevo escenario?. Expertos de todo el mundo se reúnen en Estocolmo en la Semana Mundial del Agua para tratar de dar respuesta a los desafíos que presenta la gestión de este recurso básico.
Desde el 23 de agosto y hasta el 1 de septiembre, la capital sueca se convierte en el foro mundial para analizar la importancia del agua desde múltiples perspectivas, como la pobreza, la seguridad alimentaria, la salud, la pérdida de biodiversidad o el cambio climático.
El objetivo de Naciones Unidas es "Ver lo invisible: el valor del agua", como reza el lema de estas jornadas que podrán seguirse online. La ONU celebrará en diciembre su 'cumbre' sobre el agua que pondrá el foco en la gobernanza, la innovación y la sostenibilidad como factores básicos de desarrollo, dentro de los objetivos de la Agenda 2030.
El cambio climático es uno de los mayores desafíos a los que nos enfrentamos, y sus efectos sobre la disponibilidad de agua en el planeta y las restricciones al consumo en algunas zonas, como España.
No hay mejor manera de visibilizar y tomar conciencia de la magnitud del desafío del agua que explicarlo con datos, como los que ha recopilado AUARA, que destina el 100% de sus dividendos a proveer de acceso al agua potable a comunidades que carecen de ella.
Algunos datos sobre el agua
La Tierra contiene 35 millones de km3 de agua dulce, pero menos del 1% está disponible para el consumo humano, el resto está congelada en los polos y glaciares o en acuíferos subterráneos.
Al año se consume el 54% del total del agua dulce disponible en el mundo.
La demanda de agua se triplicará para mediados de este siglo, según Unesco.
La Península Ibérica está viviendo la mayor sequía en los últimos 1.200 años.
El consumo medio de agua por habitante al año es de 660 m3: EE.UU a la cabeza con 1.800 m3, frente a los 10 m3 en la República Democrática del Congo.
El 60% de los recursos hídricos de todo el planeta se concentra en tan solo 10 países.
El 12% de la población mundial consume el 85% de los recursos renovables.
Según la OMS, la cantidad de agua diaria de la que debe disponer una persona es de entre 50 y 100 litros, y de 15 litros en tiempos de crisis.
55 millones de personas se ven afectadas cada año por sequías.
Unos 700 millones de personas pueden verse obligadas a migrar entre 2020 y 2030 por este motivo, según FAO.
750 millones de personas carecen de acceso directo al agua potable, según Unicef.
Al año, 1,8 millones de personas mueren por enfermedades relacionadas con la falta de agua potable.
AUARA
Desde todos estos organismos apelan a la responsabilidad personal para atajar el problema.