Carmen Torras, investigadora en robótica asistencial, nueva académica de número de la Real Academia de Ingeniería
- Es pionera en todo lo relacionado con las aportaciones en el área de la robótica inteligente, a nivel nacional e internacional y, en especial, en el campo de la robótica social
- Fue premio nacional de investigación 2020 en Matemáticas y Tecnologías de la Información
Carme Torras Genís, doctora en informática y profesora de Investigación del CSIC en el Instituto de Robótica e Informática Industrial, centro mixto del CSIC y la UPC, donde dirige un grupo de investigación en robótica asistencial, ingresará este martes como nueva académica de número en la Real Academia de Ingeniería (RAI) a las 18.00 horas en un acto presidido por Jaime Domínguez, presidente de la institución.
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La profesora Torras, quien fue premio nacional de investigación 2020 en Matemáticas y Tecnologías de la Información, está especializada y es pionera en todo lo relacionado con las aportaciones en el área de la robótica inteligente, a nivel nacional e internacional y, en especial, en el campo de la robótica social. La contestación al discurso de ingreso de Carme Torras la realizará el académico de número Pere Brunet Crosa.
Precisamente, su discurso de ingreso en la RAI versará sobre 'Presente y futuro de los robots asistenciales: Desafíos tecnocientíficos y ético'. Así, abordará cuestiones vinculadas a los desafíos tecnocientíficos de la robótica asistencial, la investigación que aborda esos desafíos -como la personalización según las preferencias y limitaciones de los usuarios y la colaboración con el usuario en la realización de tareas, entre otros puntos de esa investigación-.
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La regulación y formación del despliegue ético en esa materia y las perspectivas futuras de los robots asistenciales serán otros aspectos esenciales que aborde la profesora e investigadora en su discurso de ingreso en la RAI. Sobre este punto, la profesora Carme Torras sostiene que esos robots asistenciales deben ser unos instrumentos que ayuden a los cuidadores en determinadas tareas a los pacientes, pero nunca han de sustituir el cuidado y el “afecto humano”, es decir, no pueden actuar como “sustitutos emocionales”.
