Hedy Lamarr, la estrella de Hollywood que inventó el Wifi
- Mientras cosechaba éxitos en la gran pantalla y era admirada por el gran público, trabajaba como ingeniera en secreto
Hedwig Eva Maria Kiesler aprovechó muy bien los 85 años que estuvo sobre la Tierra. Durante ese tiempo consiguió que su nombre quedara grabado para la posteridad en las letras doradas del Paseo de la Fama de Hollywood. Y en los libros de Física.
Nació en Viena el 9 de noviembre de 1914, de padre banquero y madre pianista. Sus padres pertenecían a una familia judía de clase alta que se esmeró mucho en educar a la niña. Aprendía rápido y bien y antes de cumplir once años ya hablaba cuatro idiomas y dominaba el piano y la danza. A los 16 comenzó a estudiar artes escénicas en Berlín. Y también ingeniería.
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Fue una mujer muy bella y una mujer muy inteligente. En 1933 le arreglaron un matrimonio por conveniencia y se casó con el magnate de la industria armamentística Friedrich Alexander Maria Fritz Mandl. Su marido era un tirano que le hizo abandonar su carrera artística y le mantenía encerrada en casa bajo un férreo control, hasta el punto de que sólo podía desnudarse (incluso para bañarse) cuando él estaba presente.
Pero a una mujer de tanta inteligencia y talento no se la podía encerrar mucho tiempo y ella ideó un plan de fuga digno de Hollywood y escapó en París perseguida por los guardaespaldas de su marido. Lo consiguió.
Llegó a Londres donde conoció a Louis B. Mayer, el hombre que dirigía el imperio MGM. Y se convirtió en Hedy Lamar.
El mundo entero la aplaudió en películas como ‘Sansón y Dalila’ de Cecil B. DeMille o ‘Cenizas de Amor’ de King Vidor.
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Y mientras el mundo la admiraba por su trabajo en la gran pantalla, lo que no sabían es que, en secreto, llevaba una doble vida. Y esa otra vida no tenía nada que envidiar a las de las heroínas que interpretó en el cine.
Durante el inicio de la Segunda Guerra Mundial, Lamarr asistió preocupada al avance de los nazis y ofreció su ayuda al gobierno para contribuir a detenerlos. Ya lo hemos dicho, era muy lista y mientras estuvo casada aprovechó para conocer en detalle los negocios de armas de su marido. Reveló al gobierno de Estados Unidos. toda la información que había descubierto.
Y tuvo una idea. Pensó que si se pudieran controlar por radio los torpedos eso daría una ventaja a los aliados. Se puso manos a la obra y trabajó en secreto para hacer realidad su proyecto.
En 1941, junto con el compositor George Antheil, desarrolló un sistema de guía por radio para torpedos. Era un sistema de comunicación secreta que evitaba las interferencias del enemigo saltando de frecuencia con un patrón aleatorio. Los tiempos de transmisión se espaciaban de manera irregular y eran cortos por lo que era prácticamente imposible interceptar un mensaje a menos que se tuviera el código por el que cambiaban los canales.
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En 1942, patentó el invento junto con Antheil. Un invento por el que no recibió ni dinero ni reconocimiento en aquel momento pero en el que se basan las técnicas inalámbricas actuales y el WiFi.
El reconocimiento llegaría mucho más tarde. En 1997 se le concedieron el Pioneer Award y el Bulbie Gnass Spirit of Achievement Award y un año después la medalla Viktor Kaplan. En el 2005 se instauró la fecha de su nacimiento, 9 de noviembre, como el Día del Inventor
¿Por qué se cambió el nombre a Hedy Lamarr?
No solamente cambió su nombre por razones artísticas, algo habitual en Hollywood. Se cambió el nombre al llegar a Hollywood para que nadie la asociase con la película ‘Éxtasis’ que había rodado en Checoslovaquia. ¿Por qué?
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Éxtasis se estrenó en 1933. Es una película pionera y tuvo mucho éxito en su momento, Fue la primera cinta comercial que mostró una actriz completamente desnuda en una secuencia, la primera que mostró el rostro de una mujer durante el orgasmo y una de las primeras en mostrar una infidelidad cometida por una mujer. Y de todo esto se encargó Hedy Lamarr. El Papa Pío XI condenó la película por ello. Una vez en Estados Unidos la actriz prefirió desligar su nombre de esta película y lo cambió a Hedy Lamarr en honor a la actriz del cine mudo Bárbara La Marr.
De Hedy Lamarr se dijo que fue la mujer más hermosa de su época. Lo que no se dijo entonces, pero de lo que hoy no nos cabe duda, es de que fue también una de las personas más inteligentes.
