La primera astronauta española, Sara García, anima a las niñas a no ponerse barreras

  • Afirma que "la tecnología no es cosa de hombres o de mujeres" y que no se puede perder "la mitad del talento de la sociedad"
La bióloga molecular y primera astronauta española, Sara García
La bióloga molecular y primera astronauta española, Sara García |EFE

La bióloga molecular y primera astronauta española, Sara García, ha animado a las niñas a no ponerse límites ni barreras para alcanzar las metas que se propongan y a no confundir errores normales que todo el mundo puede cometer, como suspender matemáticas, con no valer para desarrollar una carrera tecnológica.

García ha participado este viernes en un diálogo con la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, en el marco de la jornada E-woman organizada por el diario Levante EMV, donde ambas han charlado sobre su apuesta por carreras tecnológicas y la situación de las mujeres en la ciencia.

Según Sara García, la curiosidad y sus ganas de ser libre y no encasillarse es lo que sigue moviendo su vida, y lo que la ha llevado a trabajar en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y a presentarse al proceso para ser astronauta de la Agencia Espacial Europea.

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Ha asegurado que se presentó a este proceso selectivo con pocas esperanzas de llegar al final y tampoco lo hacía por eso, sino para desafiarse, conocer gente interesante y aprender cosas nuevas, y por eso, ha animado a todas las niñas y mujeres a que "no se pongan barreras".

"LA MITAD DEL TALENTO DE LA SOCIEDAD"

García se ha mostrado optimista sobre el futuro de las mujeres en la ciencia, pues ve que las cosas están cambiando, aunque es consciente de que los cambios de calado requieren tiempo pues "tienen que permear y calar para que no sean efímeros".

En todo caso, ha señalado que en sus visitas a colegios e institutos ha constatado que la baja tolerancia al error que tienen muchas niñas "hace que se disuadan de este tipo de carreras" pues confunden cometer errores, como suspender un examen de matemáticas, con un fracaso y con no valer para ese tipo de materias.

A esas niñas les ha dicho que "tengan clarísimo que la tecnología no es cosa de hombres o de mujeres" y que "cometer errores no significa que no se valga", y ha defendido que no se puede perder "la mitad del talento de la sociedad".

Por su parte, la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades también se ha mostrado positiva por la evolución de la situación de la mujeres, aunque ha destacado que la "desigualdad es una evidencia científica" y ha considerado necesario por seguir luchando contra ella y contra los negacionistas.

Morant cree necesario cambiar el sistema para que sea este el que rompa los techos de cristal y no tengan que ser cada una de las mujeres de forma individual quienes lo hagan, y ha abogado por que las mujeres se incorporen al mercado laboral "en las mismas condiciones" y "con la misma calidad salarial" que los hombres, algo que todavía no ocurre.

También ha destacado la necesidad de dar ejemplos a las niñas y alimentarles la autoestima, y les ha prometido que España "luchará para que adonde quieran llegar no haya ningún techo de cristal" que se lo impida, al tiempo que ha deseado que no se tenga que hacer "ni un minuto más de silencio por una asesinada por la violencia de género".