Kieran Trippier estaba haciendo un gran Mundial. Jugó los dos primeros partidos, con victoria ante Irán (6-2) y empate ante Estados Unidos (0-0) y se estaba adueñando de la banda derecha de los Tres Leones.
Pero cayó rápido al banquillo. Fue sustituido por Kyle Walker y ya nadie piensa que pueda recuperar su puesto. ¿Por qué? Porque en el horizonte aparece Kylian Mbappé.
La temporada no estaba siendo la ideal para Walker. Todo lo contrario, se lesionó a principios de octubre en la ingle y tuvo que pasar por el quirófano. Su Mundial se puso en peligro, pero confiaba en llegar. No entró en la primera convocatoria contra Irán, por falta de ritmo, pero a partir de ahí su importancia solo ha ido en ascenso.
Por mucho que Trippier estuviera cumpliendo, un posible cruce con la Francia de Mbappé empezaba a pasar por la cabeza de Gareth Southgate, que le dio la titularidad contra Gales y volvió a confiar en él ante Senegal. La preocupación por la llegada de Mbappé es tal que a muchos no les convencía sacarle de titular contra los africanos, en lugar de darle descanso.
"Walker no tendría que jugar este partido", aseguró en la previa del partido Gary Lineker, máximo goleador histórico de los ingleses en los Mundiales. "No nos podemos permitir que se lesione, porque es el único lateral del mundo que puede competir con Mbappé".
Lineker aludió al talento inglés en el lateral derecho, con Trent-Alexander Arnold, Ben White (ahora fuera Catar por motivos personales) y Trippier, para pedir una suplencia que alejara problemas como lesiones y suspensiones de cara a encararse con uno de los mejores del mundo sino el mejor.
A Walker ya le han puesto en sobreaviso otros futbolistas que han tenido que mirar a los ojos a Mbappé durante este Mundial. Uno de los que le ha sufrido en sus carnes fue el polaco Matt Cash, nacido en Inglaterra y que comparte liga con Walker desde hace tres temporadas.
"Me pasé la tarde entera viendo vídeos suyos y sabía que iba a ser un reto muy difícil", expresó Cash después de que Mbappé liquidase a su Polonia con dos goles. "Cuando coge la pelota, se para y arranca de nuevo, es la cosa más rápida que he visto en mi vida".
"Una cosa es ver sus vídeos tumbado en la cama, otra es la vida real, es que te queman las piernas. Tuve un par de carreras con él y no me fue mal, pero mirabas por encima de tu hombro y siempre estaba ahí. Seguramente haya sido el rival más difícil al que me he tenido que enfrentar".
"Cuando te pilla al contraataque, como en el segundo gol que marcó... Ahí hace mucho daño. Todo el mundo ha visto lo que ha hecho, y eso lo hace día sí y día también", añadió el polaco.
Este es un aviso para uno de los laterales más rápidos del mundo y que, a sus 32 años, aún pervive gracias a sus inigualables cualidades físicas. Es ahí donde más destaca un Walker que siempre se ha caracterizado por ser capaz de corregir cualquier error gracias a su velocidad a campo abierto.
Esto ha convencido a Pep Guardiola, que le han mantenido como titular desde su llegada y jugando los partidos más importantes. Pese al control que ofrece Joao Cancelo, la velocidad y el esprint de Walker, que alcanzó un pico máximo de velocidad de 38 kilómetros por hora en la 2019/2020, son cualidades muy valoradas por el técnico español y también por Southgate, que le ha utilizado como central, cuando ha usado defensa de tres, y como lateral derecho, función en la que tendrá que frenar a Mbappé este sábado.