No hay mejor escaparate para lucir que un Mundial y, en Catar 2022, la Selección española tiene una de las mayores reivindicaciones individuales que se están realizando. Es Jordi Alba, relegado a un papel de secundario en el Barcelona pero protagonista principal con Luis Enrique. Máximo asistente del torneo y uno de los laterales que mayor incidencia está teniendo en el juego.
"Jordi Alba es un jugador de altísimo nivel, como Busquets. Hay una campaña y es algo normal en el fútbol porque existe la tendencia de cansarse de los jugadores veteranos como ellos. No los traigo para pasar el rato sino porque son espectaculares". Son palabras de Luis Enrique tras el empate ante Alemania, partido en el que Jordi Alba repitió recital físico a sus 33 años y asistencia en el gol de Álvaro Morata.
Y los números dan la razón al técnico asturiano. "Es el mejor lateral del mundo en el último tercio del campo", opinó basándose en las estadísticas del Mundial de Catar. Esas que sitúan a Jordi Alba como el máximo asistente, con dos pases de gol, solo igualado como lateral por el francés Theo Hernández en una estadística habitualmente reservada a centrocampistas con alta capacidad de visión del pase definitivo antesde la suerte del gol.
El caso es que asistir no es nada nuevo para Jordi, siempre ofensivo con la selección con la que ya suma hasta 22 pases de gol en once años como internacional. Se sumó a la generación de oro para cerrar el ciclo de gloria en la Eurocopa 2012, con tanto suyo en la final para el recuerdo, la mayor exhibición que se recuerda en el último paso hacia un título. En Kiev, ante Italia.
La dimensión de una figura como Jordi Alba la marca el dato que apunta a que ya no tiene a ningún lateral de la historia de la selección por delante en asistencias. Solamente a centrocampistas mágicos como Andrés Iniesta, David Silva, Cesc Fábregas o Xavi.
Y en un Mundial, en concreto, solamente Cesc y Sergi Barjuan, con tres pases de gol, superaron el registro que ya ha conseguido Jordi Alba en Catar 2022. Aún con recorrido para mejorarlo. Sin la competencia que representaba desde la buena amistad que les une, José Luis Gayá, aliado con el infortunio para tener que volverse a casa con un esguince de tobillo y romper los planes de rotación en los dos laterales que tenía Luis Enrique.
Lo mantiene en la derecha, donde César Azpilicueta tuvo la misma incidencia ofensiva que Alba ante Costa Rica pero Dani Carvajal no la mantuvo ante Alemania, pero no en el costado izquierdo. Alejandro Balde es debutante. Directamente en un Mundial. Una responsabilidad mayor, por mucho que haya aparecido con continuidad ante el Barcelona.
Dará respiros a Jordi Alba cuando este ya no pueda dar más. Como ante Alemania, vacío tras decantar hacia la izquierda la mayoría de los ataques de España, con buen entendimiento con Dani Olmo y desdobles continuos. Se acercó a los nueve kilómetros de esfuerzos con mayor explosividad por sus arrancadas al espacio y el regreso con rapidez para cumplir con las obligaciones defensivas de un lateral.
Tras dos partidos, Jordi Alba aparece entre los laterales del Mundial de Catar. A sus dos asistencias en 146 minutos, le suma cuatro regates con éxito, trece pases en el último tercio con éxito, cinco duelos ofensivos ganados y once defensivos, hasta nueve recuperaciones en campo rival y cinco intercepciones.
El mismo número de asistencias que en el Mundial las dio en el Barcelona en doce partidos este curso (831 minutos). En cuatro partidos del Mundial 2018, se marchó sin asistir. En seis de la Eurocopa 2020 con un pase de gol. En el entorno adecuado el jugador de L'Hospitalet de Llobregat ha recuperado la mejor de sus versiones.
Pese a culminar sus subidas con centros al área, Alba es el sexto jugador de todas las selecciones que disputan el Mundial que más pases con éxito da, 157 de 175 intentados, en una clasificación que lideran Aymeric Laporte (235) y Rodri (224), ambos jugando como centrales y tomando menos riesgos.
Tras Theo Hernández, el segundo que más pases previos a tiro mete, el jugador con más pases verticales de la competición (57). Números que no se escapan del profundo estudio que realiza Luis Enrique y su cuerpo técnico y que dan forma a la reivindicación de un futbolista al que le queda aún mucho que aportar.