Ayuso ha inaugurado el belén, construido sobre una estructura de 155 metros cuadrados en el que se edifican paisajes y ciudades en los hechos recogidos en el Evangelio
EFE
La Navidad ha llegado a la Puerta del Sol con el tradicional Belén del interior de la Real Casa de Correos, que, como ha destacado la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, este año dedica un espacio a San Isidro por la conmemoración de su canonización y la concesión del Año Jubilar, y también a la guerra de Ucrania.
Ayuso ha inaugurado el belén, construido sobre una estructura de 155 metros cuadrados en el que se edifican paisajes y ciudades en los hechos recogidos en el Evangelio, con 310 figuras madrileñas, andaluzas, murcianas y catalanas.
La presidenta ha propuesto "un pacto por la Navidad" y que "creyentes y no creyentes" no renuncien a este "legado" y recuperar "la cultura religiosa que es inseparable de la cultura con mayúscula de la que venimos, y que necesitamos para saber adónde ir".
El Evangelio es "parte de la herencia de todos" y por eso, según la presidenta regional, "no es justo arrancar a los hombres de su Historia, ni de su tradición, ni de su dimensión trascendente, que buscará o no cada uno en libertad y en paz".
En la inauguración, Ayuso ha dedicado una mención especial a las personas que van a trabajar en Navidad "para que los demás podamos disfrutar", como los médicos, quienes mantienen una huelga indefinida junto con los pediatras tras la reapertura de los centros de urgencias extrahospitalarias.
"Los que sufren y los que ayudan dejan en evidencia las actitudes meramente utilitaristas, que hacen que nada quede en el corazón, que lo más importante nos deje insensibles, indiferentes", ha expresado.
También ha agradecido su labor a "las enfermeras, policías, guardias civiles y vigilantes; a bomberos y protección civil, a los que aseguran los servicios básicos esenciales, a los trabajadores de los albergues y las residencias, a los voluntarios que dedican su tiempo a los más vulnerables, a camareros y cocineros, a los que trabajan en el mundo del espectáculo… Gracias, porque, sin vosotros, nada sería igual", ha añadido.
Al iniciar el recorrido del belén, aparece "un anacronismo" con la figura de San Isidro Labrador, que cuenta con un emplazamiento destacado en conmemoración del 400 aniversario de su canonización y con motivo de que la Santa Sede ha concedido a 2022, Año Santo de San Isidro.
Unas edificaciones semiderruidas representan la guerra en Ucrania y otros conflictos sangrientos, para después adentrarse en los episodios del Evangelio y de escenas costumbristas de la época, pero no se podrán ver hasta el final del pasaje a los Reyes Magos, ni la Anunciación a los pastores, ni la escena principal: la Natividad.
"Las búsquedas de estas escenas nos convertirán en parte de este belén, adentrándonos en el mismo al encuentro del recién nacido", ha explicado Fernando de Miguel, vicepresidente primero de la Asociación de Belenistas de Madrid.
Construido con porexpan, escayola, madera, musgo y corcho, es un belén de tipo hebreo, que tiene presente el agua en múltiples manifestaciones, como "fuente de vida, esperanza y futuro", ha señalado De Miguel.
Esta instalación, que cumple 20 años en su ubicación de la sede del Gobierno regional, forma parte de un conjunto de propuestas de acceso gratuito que, bajo el título 'Navidad en Sol', comprende también un elenco de conciertos de diferentes corales que tendrán lugar igualmente en el patio interior, y 'El Bosque de los Deseos', ubicado en la Real Casa de Postas.