Tras la cena de Nochebuena y la comida de Navidad, toca reflexionar sobre lo que cada familia ha tirado a la basura y poner remedio al desperdicio para lo que queda de fiestas navideñas con compras y raciones más ajustadas.
Según una encuesta de la aplicación Too Good To Go, que conecta a usuarios con miles de establecimientos que ofrecen excedentes diarios a precio reducido, siete de cada diez españoles afirman que compran más alimentos en épocas festivas para asegurarse de que tienen comida suficiente para sus invitados durante la Navidad.
Como consecuencia, un 32% de los encuestados desperdicia más del 10% de los alimentos adquiridos en las fiestas navideñas; un 22% tira a la basura entre el 11 y el 25%; un 7%, entre el 26 y el 50%; y un 3% confiesa desechar más de la mitad de la comida.
Si el gasto medio en estas fechas está en casi 300 euros, el estudio señala que se desperdician desde unos 30 euros en alimentación.
Errores comunes
Entre los motivos, un 34% de las personas afirma que compra más comida de la necesaria y un 23 % asegura que compra demasiados productos típicos navideños como el turrón o los dulces "simplemente porque es la época, pese a no ser lo que más les gusta".
Un 19 % de los españoles reconoce que no aprovecha la comida de Navidad porque "no le parece lo suficientemente cuantiosa como para que merezca la pena almacenarla", mientras que un 8 % no sabe qué hacer con el excedente y un 8,6% carece de espacio para guardarlo.
En cuanto al tipo de comida desperdiciada en estas fechas, un 40% de los encuestados opina que los postres tradicionales navideños como los turrones y los polvorones son los que suelen sobrar más, seguido de los dulces en general (en un 39% de los casos), la carne (32%), el pescado y las salsas (18%) y el pan (23%).
Puestos a aprovechar los excedentes, el 43% de los españoles los guarda para más adelante, el 40% intenta calcular mejor las cantidades, el 35% opta por planificar el menú y la lista de la compra, y el 21% se decanta por preparar táperes para que los invitados se los lleven a casa.
Además, casi un 63% de los encuestados afirma que suele utilizar las sobras de las comidas principales de Navidad para crear nuevos platos o recetas, según Too Good To Go.
Acciones positivas
Las empresas de restauración organizada, producción y logística que forman parte de la iniciativa Mensa Cívica, en la que también participan fundaciones y entidades sociales, comparten algunos de sus consejos para que los hogares también puedan reducir el despilfarro alimentario en estas fechas.
Su coordinadora de proyectos, Paola Hernández, explica que "siempre hay que intentar planificar más los menús y las compras y, si sobra comida, intentar almacenarla o volver a consumirla en los días posteriores". Las familias pueden administrar la cocina como si fueran restaurantes, realizando sus propias "auditorías" para comprobar qué alimentos han comprado e idear recetas con lo que ya tienen.
En caso de reunirse muchos comensales alrededor de la mesa, Hernández sugiere adaptar las porciones a los tipos de personas, ya que no comen igual un niño que un adulto o un mayor.
Prestar atención a las fechas de caducidad y echar imaginación para reutilizar lo que sobre son otras de sus recomendaciones, al igual que intentar comprar productos a granel frescos y de proximidad, lo que permite establecer "relaciones más estrechas y de confianza entre los agentes de toda la cadena alimentaria".
Con el impacto de la inflación, el consumo responsable en época navideña puede ayudar a las familias a controlar el gasto y cuidar el medio ambiente. La empresa emergente Bene Bono, que salva frutas y verduras ecológicas e imperfectas, llama a realizar las compras navideñas a partir de un plan detallado según el número de invitados, los gustos personales y el número de reuniones.
Servir porciones más pequeñas y ofrecer una segunda ronda de comida en lugar de llenar los platos son dos formas de evitar el malgasto, al igual que mantener un almacenamiento adecuado, compartir los excedentes o donarlos a organizaciones benéficas.
Puestos a dar una segunda vida a los restos que estén en buenas condiciones, la cocina de aprovechamiento supone un importante ahorro y Bene Bono propone recetas "creativas y sostenibles" como un guiso de pavo y verduras, tortillas diversas, bocadillos de pavo y croquetas de pescado.
Todo eso con el propósito de reducir el desperdicio de alimentos y bebidas, que en 2022 se situó en una media semanal de 23 millones de kilos o litros en España, el 6,2 % menos que el año anterior.