"Tranquila pero incrédula" aún por su victoria en el segundo Benidorm Fest que la convierte en la representante española en Eurovisión 2023, Blanca Paloma ha dicho que irá "a por todas para traer el festival a la terreta", convencida de que su propuesta flamenco conquistará en Europa.
"Fuera de España también se ama mucho el flamenco, que es universal. Cuando se hace algo con verdad y autenticidad llega a donde tiene que llegar y pellizca, yo espero que Europa esté preparada para el pellizco y se despierte por bulerías", ha señalado en la rueda de prensa posterior a su triunfo.
Blanca Paloma (Elche, Alicante, 1989) ha dado las gracias a sus "pichones", apodo con el que ha bautizado a sus seguidores, y se ha puesto como reto en su camino a Eurovisión aprender por fin inglés, la "única asignatura" que ha suspendido siempre.
Ha relatado que en la gestación de su "EaEa" buscó "una palabra que diera centro a todo, como un trance" y, en su traslación al directo, pensó en un homenaje al mantón de flecos de su "yaya" Carmen, a cuyo legado honra.
"Las cosas que van de a poquito llegan para quedarse", ha dicho la artista ilicitana sobre su evolución entre el público, al que ha ido conquistando progresivamente, sobre todo tras su paso por la semifinal de esta preselección con una impactante puesta en escena diseñada por ella misma.