Caetano Veloso es una leyenda viva, capaz de conectar con los jóvenes aficionados al indie-rock que pueblan el Festival Primavera Sound, donde ha actuado, sin perder las raíces ni decepcionar a los seguidores de toda la vida.
En el concierto de hoy en Barcelona, el prestigioso músico brasileño ha dado una clase magistral de capacidad para seguir en la brecha, sin repetirse ni anclarse en el pasado.
El concierto ha empezado con A Bossa Nova é foda, uno de los temas de su último disco Abraçaço, con el que se ha reinventado musicalmente a si mismo por enésima vez, en esta ocasión en compañía de los jóvenes componentes de la banda Cê.
Durante más de una hora, Veloso ha recorrido este disco y ha cantado temas como Abraçaço, Parabéns, Estou triste, con los que ha demostrado que su creatividad esta intacta y tiene los pies en el presente.
Pero lo mas sorprende ha sido comprobar la vigencia de los viejos temas de Caetano Veloso, y su facilidad para reinterpretarlos y encajarlos entre las nuevas composiciones.
O leãozinho y A luz de Tieta han hecho las delicias de los presentes, que han recibido con los brazos abiertos unos ritmos poco habituales en un festival como el Primavera Sound, tan amigo de las músicas anglosajonas.
Caetano Veloso, rejuvenecido, ha bailado, corrido y hasta se ha tirado por el suelo del escenario, pero sobretodo ha abrazado a los presentes con sus brazos y con los de los miembros de la banda Çe, que en un momento del concierto se ha colocado tras el cantante y han bailado como si Caetano fuera un ser mitológico con ocho brazos.
Todo ello en un escenario situado junto al mar de Barcelona, en honor a cuyos habitantes Caetano Veloso ha cantado en español "Tonada de luna llena", sin más acompañamiento que su propia voz. Una voz intacta tras más de medio siglo de uso, que casa a la perfección con los solos de guitarra de Pedro Sá.
COLOFÓN DE LUJO
El concierto de Caetano Veloso ha sido un radiante colofón para el Festival Primavera Sound, que hoy finaliza tras tres días intensos, en los que han brillado con luz propia las actuaciones de Arcade Fire, Pixies, The National, Neutral Milk Hotel, Charles Bradley, Disclosure, Queens of The Stone Age, Future Islands y St Vicent.
Los organizadores del festival también han destacado la fuerza de la orquesta polirítmica Antibalas, el hardcore de los americanos Touché Amoré, el metal modernizado de Deafheaven, el jazz libre la Sun Ra Arkestra, el ruidismo de Wolf Eyes y la electrónica orgánica del dúo Darkside.
Los músicos nacionales también han estado a la altura de las circunstancias en la última jornada del festival, con las actuaciones de Mishima, Manel y Sílvia Pérez Cruz con Raül Fernández.
El festival ha logrado capear la lluvia que ha caído intermitentemente durante los últimos días y ha alcanzado récord de público, con 190.000 visitas a lo largo de toda la semana.
Un público numerosos, casi la mitad del cual ha viajado desde otros países para asistir a este certamen, que gana prestigio internacional cada año, gracias a una programación que cuida especialmente a las bandas de rock independiente.
No obstante, el Primavera también deja espacio para otros géneros, como la electrónica, que este año ha contado con representantes de renombre como Laurent Garnier, Julio Bashmore, Moderat, The Haxan Cloak, Factory Floor, John Talabot, Angel Molina, Dj Fra, Dj Zero y Pional.