Los Reyes ofrecen en el Palacio Real el tradicional almuerzo a una amplia representación del mundo de las letras previo a la entrega del Premio Cervantes, que en la presente edición recibirá el escritor nicaragüense Sergio Ramírez.
El escritor nicaragüense Sergio Ramírez ha depositado su legado en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes en vísperas de la ceremonia de entrega del Premio Cervantes 2017.
LA CULTURA, UN VÍNCULO QUE ABRAZA
El Rey ha reivindicado este viernes 20 de abril, ante un centenar de representantes del mundo de las letras, que la cultura en español "opera como un vínculo que abraza, que amplía horizontes, que acerca a las personas buscando aquello que comparten por encima de sus diferencias". Así, el monarca, acompañado de la reina Letizia, ha defendido el valor de la literatura y la lengua española en un breve discurso antes del almuerzo celebrado en Palacio Real, con motivo de la concesión del Cervantes 2017 a Sergio Ramírez. En este sentido, ha recalcado que "recuerda la importancia de apelar a aquello que nos une por encima de toda frontera".
"Este Premio Cervantes que viaja a la América Hispana y que magnifica la universalidad de nuestra lengua y literatura, nos recuerda también la importancia de apelar a aquello que nos une por encima de toda frontera", ha señalado en un breve discurso antes del almuerzo celebrado en Palacio Real, con motivo de la concesión del Cervantes 2017 a Sergio Ramírez.
El monarca ha reiterado que la cultura en español "opera como un vínculo que abraza, que amplía horizontes, que acerca a las personas buscando aquello que comparten y por encima de sus diferencias". Felipe VI ha insistido en la idea de que España "estará siempre del lado de aquellos que quieran abrir sus horizontes a un mundo mejor, más próximo, más comprometido y más humano, en definitiva".
"Un mundo presidido por la cultura, una cultura que no desdeña la sabiduría atesorada durante siglos y que no se cierra a los talentos venideros", ha añadido, tras elogiar la obra del premiado en esta edición. El propio Ramírez ha estado en el almuerzo junto a siete familiares --entre ellos, su esposa y sus tres hijos--. También han acudido distintos representantes políticos y culturales.
Sergio Ramírez (Masatepe, 1942), que recibirá el próximo lunes el Premio Cervantes 2017, ha considerado, en el primer acto de los que protagonizará estos días en Madrid, que la literatura latinoamericana está "contaminada" por la "anormalidad política".
Ramírez ha tenido un encuentro con la prensa en la sede de la Biblioteca Nacional de España en el que ha estado acompañado por el director de la Real Academia de la Lengua, Darío Villanueva, que ha destacado la trayectoria literaria del Premio Cervantes, compuesta por novelas, cuentos, ensayos, artículos, crítica y textos testimoniales y su vinculación con la tradición cervantina.
Sergio Ramírez, que formó parte de la Junta de Reconstrucción Nacional de Nicaragua tras el triunfo de la revolución sandinista, en julio de 1979, y fue elegido vicepresidente del país en 1984, ha señalado que los escritores no tienen "forma de escapar" de la "anormalidad política".
LA "ANORMALIDAD" DEL PODER
Aunque los autores no tienen la obligación de escribir sobre las migraciones forzosas, las fronteras con Estados Unidos, las pandillas juveniles o el narcotráfico, estos son temas que afectan a las sociedades de los países centroamericanos y por eso forman parte de la literatura actual, ha dicho el Premio Cervantes. Según el escritor, muchas de las obras capitales de la narrativa latinoamericana hacen referencia a asuntos relacionados con la "anormalidad del poder".
En la actualidad, ha asegurado, el "caudillismo político del siglo XXI tiene expresiones no políticas como el narcotráfico" y los escritores no pueden evadirse de temas que forman parte de la realidad cotidiana como la corrupción como "mal global".
Ramírez ha recordado que aunque se retiró de la política hace más de 20 años -desde 1996 se dedica en exclusiva a la literatura- mantiene sus ideales políticos y humanistas. Ramírez es uno de los nombres principales de la actual literatura en español con obras como "Tiempo de fulgor" (1970), "¿Te dio miedo la sangre?" (1977), "Castigo divino" (1988), "Un baile de máscaras" (1995), o su célebre "Margarita, está linda la mar" (1998), pero confía en que "los reflectores" que suponen recibir el Premio Cervantes no le alumbren sólo a él sino a la "legión de escritores centroamericanos".
CERVANTES Y RUBÉN DARÍO
Y es que Ramírez es el primer escritor centroamericano reconocido con el Premio Cervantes, un autor que hablará en el discurso que pronunciará la ceremonia del próximo lunes de lo que debe tanto a Miguel de Cervantes como a su compatriota Rubén Darío.
Ha confesado que le pone nervioso que le consideren como sucesor de Rubén Darío, a quien tiene en un "plano inalcanzable" y que fue maestro y padre para él, un renovador profundo de las letras en español que recordó permanentemente la influencia de Cervantes. El autor nicaragüense ha explicado que cuando le hablan de novelas "autorreferenciales o metanovelas" como grandes inventos de la actualidad, se acuerda de Miguel de Cervantes, que fue el gran inventor de la novela moderna, como género de géneros.
Le gustaría, ha dicho, desarmar cada capítulo de El Quijote porque fue cuando empezó a leer esta obra cuando comprendió verdaderamente las reglas de escribir novelas. "Armar y desarmar cada página del Quijote para ver cómo está hecho", ha sido por eso y desde entonces, una de las pretensiones de Ramírez, que ha sido galardonado también con los premios Alfaguara (España, 1998), Laure Bataillon (Francia, 1998), José Donoso (Chile, 2011), Carlos Fuentes (México, 2014) o "Panamá Negro" de la Feria Internacional del Libro del país centroamericano (2017). Miembro de la Academia Nicaragüense de la Lengua, es también académico correspondiente de la Real Academia Española y de las de Puerto Rico y Panamá.