Los diestros Paco Ureña y Daniel Luque cortaron dos y tres orejas, respectivamente, y salieron hoy a hombros en la segunda de feria de Ciudad Real, en la que los toros de Victorino Martín fueron también grandes protagonistas, con uno de sus ejemplares premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.
FICHA DEL FESTEJO.- Seis toros de Victorino Martín, que hacía su debut en Ciudad Real. Bien presentados. Magnifico el tercero, bueno el segundo, de nombre "Jaqueto", número 34, premiado con la vuelta al ruedo. Manejables en mayor o menor medida el resto.
Paco Ureña, de rosa y oro: buena estocada y descabello (oreja); y pinchazo y estocada (oreja).
Daniel Luque, de grana y oro: pinchazo y estocada ligeramente trasera y desprendida (dos orejas); y feo bajonazo y estocada (oreja).
Fernando Tendero, de azul marino y oro: tres pinchazos (vuelta a ruedo tras aviso); y pinchazo y media (ovación).
Ureña y Luque salieron a hombros junto al mayoral.
En cuadrillas, Jorge Fuentes y Miguel Ángel Ramírez saludaron en el tercero, y Juan Contreras en el quinto.
Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria de Reina Rincón y de Iván Fandiño.
La plaza registró media entrada en los tendidos.
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UN GRAN ESPECTÁCULO
Buen debut de Victorino Martín en Ciudad Real, con una corrida limpia de pitones y en hechuras de embestir. Y embistió. Vaya si lo hizo, sobre todo el tercero. Y réplica le dio un torero que apenas torea, y que responde al nombre de Fernando Tendero, ciudadrealeño para más señas.
Destacó al natural, alargando la embestida del de Victorino hasta el final. Trasteo meritorio, pues a su falta de oficio -era su segunda corrida del,año-, se añadía el plus de debutar con los de la "A Coronada", muy dignamente. De hecho, de no haber pinchazo tres veces con seguridad las dos orejas habrían ido a sus manos. Pero pinchó.
Igualmente digno anduvo en el sexto, de menor clase, al que robó algunos pasajes de entidad, aunque sin tomar la altura que su primera faena.
Paco Ureña dio una muestra más de toreo puro, sin alharacas. No apretó a su primero, justo de raza, dándoselos de uno en uno por el derecho, que fue el pitón más potable, aunque también se puso por el izquierdo. Pero lo más relevante de su actuación llegó en el cuarto, un toro serio pero estrecho de sienes que humilló sin rebosarse.
Hubo mano baja, cite frontal, y de nuevo, verdad con esa personal estética de torero roto.
Daniel Luque anda sobrado, también frente a Victorinos. Su primero, premiado exageradamente con la vuelta al ruedo -fue mejor el tercero- derribó en el primer envite con el picador y no quiso ir una segunda vez. Hubo derechazos con desmayo y aplomo, además de una gran conexión con los tendidos.
Su segundo, brindado a la familia de Reina Rincon, se dejó sin más. Iba, pero salía con la cara a media altura distraído desluciendo. Sin embargo esta condición no fue impedimento para que el de Gerena le pusiera lo que le faltaba a su oponente. Mandó callar la música, escuchándose solo a él para regocijo de los tendidos, que de ese modo se sentían más partícipes.
No firmó su obra como merecía, pues recetó un muy feo bajonazo antes de dejar una entera.