El diestro segoviano Víctor Barrio Hernanz cerró ayer entre las astas de "Lorenzo" el sueño que incubó de niño junto a su abuelo cuando contemplaba a su lado las retransmisiones televisivas, según explicó el propio matador en su cuenta de twitter el pasado 4 de junio.
"Porque yo también fui niño y me aficioné a los toros junto a mi abuelo en RTVE", escribió entonces Barrio, sin antecedentes taurinos en su familia más que la afición de sus mayores que heredó y cultivó como matador de alternativa desde el 8 de abril de 2012, cuando José Pedro Prados "El Fundi" le doctoró en Madrid.
Los últimos 'tuit' de la cuenta de Víctor Barrio reflejan la dureza y sinsabores de una profesión de extremado riesgo, incomprendida desde muchos sectores y no del todo respaldada por sus propios protagonistas, pese a lo cual delatan su vocación, ilusión y capacidad de superación en su quinta temporada como matador.
"Con la mente puesta en Teruel", anotó el 4 de julio, cinco días antes de perecer entre las astas de "Lorenzo", un animal con el hierro de Los Maños cuya imagen retuiteó el propio Víctor Barrio en su cuenta, el 21 de junio, junto al resto de los toros del desafío ganadero en el que participó ayer, en el segundo festejo de las Fiestas del Ángel.
Fiel a la sangre santacolomeña, reses avisadas y de embestidas remisas que castigan el menor descuido, el astado de Los Maños descubrió a Barrio cuando éste trataba de fijar su violenta acometida en los comienzos de una tanda de naturales.
Le prendió por el muslo, le volteó y la posición del cuerpo tras la caída, tendido completamente en el suelo, facilitó la cornada mortal sin que el diestro tuviera opción a defenderse con algún tipo de movimiento que minimizara la penetración.
Era el tercer festejo de su temporada, apenas un mes y medio después de comparecer en la Feria de San Isidro, el pasado 29 de mayo ante un encierro de 'contreras' con el hierro de Baltasar Ibán, otra de las sangres de la cabaña brava de lidia, al igual que la de Santa Coloma, menos apetecida por las figuras del escalafón debido a la dureza y exigencia con que suelen someter a los lidiadores.
Ese 29 de mayo cumplió veintinueve años que festejó en la primera plaza y en la primera feria del calendario internacional, una cita que preparó con la ilusión y esperanza que delataban sus tuit, como el que un día antes colgó con el siguiente texto: "Es mi quinta temporada como matador de toros y hasta ahora es la más bonita".
Esas sensaciones, la víspera de comparecer en Las Ventas, también fueron producto del conocimiento, días antes, de la contratación para la Feria del Ángel, en Teruel, en uno de los carteles estelares del ciclo, el desafío ganadero de reses del encaste Santa Coloma que ayer protagonizaron las divisas de Ana Romero y Los Maños.
"Nos vemos en Teruel", retuiteó Barrio un mensaje de la Asociación Cultural Taurina que lleva su nombre en Sepúlveda, la villa en la que nació Victoriano de la Serna y donde residía junto a su esposa, Raquel Sanz, portavoz del Grupo Popular y que le ayudaba en las redes sociales en su condición de periodista.
El destino de lidiadores como Víctor Barrio, abocados a jugarse el todo o nada a un sola carta en Madrid, y tener que aceptar todas las propuestas sin poder elegir como hacen las figuras, es el de torear las ganaderías más complicadas de la cabaña brava y asumir mayores riesgos si quieren sumar contratos durante la temporada.
Los encastes de Albaserrada, Santa Coloma y Contreras son los más repudiados por las figuras y suelen recaer en el resto del escalafón, en su mayoría matadores escasamente placeados, de corto recorrido y mínima experiencia para poder afrontar la dureza y el riesgo de divisas con el resultado de cogidas espeluznantes y cornadas dramáticas como las recientes de Manuel Escribano, en Alicante, y de Eugenio de Mora y Javier Jiménez, en Pamplona.
El triunfo con estas ganaderías no siempre asegura una repetición al año siguiente en la misma plaza, algo habitual de lo que también se hizo eco Barrio al sumar a su cuenta las quejas de varios aficionados al comprobar que, pese a su exitosa actuación en 2015, la empresa de la plaza de Segovia no contó con él para el festejo del patrón, el pasado 29 de junio.
A pesar de la desilusión que transmitió el 2 de junio en ese retuit ("pues me da que no cuentan contigo, ni con muchísimos más. Una pena...), el diestro tenía depositadas buena parte de sus esperanzas en la corrida de Teruel y en la del próximo 27 de agosto en Calahorra (La Rioja), donde estaba anunciado como triunfador de la feria de 2015, aquí sí.
Una de las últimas entradas de su página web es una fotografía en la que un sonriente Víctor Barrio recogió el pasado 12 de marzo en Calahorra el trofeo al triunfador de 2015.