Toni Acosta e Iñaki Miramón, los "marqueses" de la serie de televisión "Con el culo al aire", dan un paso más en su relación con su salto al teatro como Sandra e Ignacio, una pareja divorciada condenada a entenderse durante su primer año de separación, en la comedia "De mutuo desacuerdo".
Escrita por el novelista y dramaturgo Fernando J. López, finalista del Premio Nadal 2010, y dirigida por Quino Falero, "De mutuo desacuerdo" se estrena esta noche en Madrid, en el Teatro Bellas Artes, tras una gira por varios escenarios de toda España.
Toni Acosta tenía claro que "si encontraba" una función de dos, le gustaría hacerla con Miramón y así fue cómo surgió el "reto" de cambiar su registro televisivo, y enfundarse en la piel de una pareja que nada tiene que ver con los "marqueses" Sonsoles y Jose Luis."Cuando dos actores trabajan bien en la televisión, mudarse al teatro es como irse a vivir juntos, es una relación más estable", explica Acosta en una entrevista con Efe.
Acosta interpreta a Sandra, una madre trabajadora que acaba de separarse de la que fue su pareja durante doce años, y que todavía necesita acostumbrarse a que Ignacio, su exmarido, no esté para determinadas cosas.
Miramón es Ignacio, un broker que da a su trabajo absoluta prioridad. Su máxima en la vida es ser "el número uno", muy lejos de las prioridades de Sandra, para quien lo importante es saber estar y tener un buen comportamiento.
Lo que para uno es importante, para el otro es una nimiedad, y en medio de ambos, su hijo Sergio, protagonista implícito de la obra y "germen" de todos los encuentros entre la expareja que siempre derivan en "rencores" y afloran todo "lo que nunca se habló" entre ellos.
"Echarse en cara cosas es lo más normal en una ruptura", asegura Acosta, que reconoce que lo que más le gustó de la obra es que el tema sea "tan actual". "Todos conocemos a alguien, o tenemos una hermana o una amiga a la que le ha pasado eso. Tenía muchas ganas de hacer algo que conectase con el público y que fuese reconocible y totalmente naturalista", confiesa la actriz.
Aunque se pasan la función discutiendo, Sandra e Ignacio se quieren, entre ellos ha habido un "cariño evidente", en palabras de Miramón, que ha pasado a ser "desafección evidente" tras la ruptura, pero ninguno de los dos tiene toda la razón, ni ninguno toda la culpa.
"No es que uno sea el malo y otro el bueno, sino que la vida les ha llevado por esos derroteros", explica Miramón, y como sucede "en la vida", las discusiones van variando a lo largo de la función, y "el tiempo" les va dando a cada uno su lugar.
La complicidad entre la pareja dramática es evidente, y ambos coinciden en que quienes hayan pasado por una situación semejante, lo vivirán con "humor", y a quienes no le haya pasado nunca, les servirá como "terapia preventiva".
"Nosotros pasamos una mala experiencia, pero el público lo ve desde la distancia, lo que le produce risa, a la salida es cuando ya si te da pie a la reflexión", describe Miramón.
Esta noche es la "prueba de fuego" de la obra con su estreno en la capital, al que ambos se enfrentan con "nervios" pero de los "buenos", dicen. "Un nuevo trabajo es como un nuevo amor, con los nervios de no saber, no meter la pata, y esto es un poco lo mismo", apostilla Miramón.