Parte como la gran favorita en la gala de los Oscar del próximo domingo, nada menos que con once nominaciones, una más que su gran competidora, The Artist. Curiosamente las dos están relacionadas de un modo u otro con Francia y las dos reivindican, a su manera, el pasado del cine. Si "The Artist" es un homenaje al cine mudo, en este caso, Martin Scorsese rescata del olvido a uno de los pioneros en el séptimo arte, George Méliès ("Viaje a la luna").
El dirtector cambia radicalmente de registro. Se pasa al cine familiar y, además, se estrena en el 3D con esta historia, que adapta a la gran pantalla la novela gráfica infantil de Brian Selznick. El protagonista es Hugo, un niño huérfano que vive escondido en una estación y se ocupa de arreglar relojes.
Su vida cambia cuando, con la ayuda de una excéntrica chica, busca la respuesta a un enigma que le ha dejado su padre. Un misterio que le unirá también a un extraño vendedor de una tienda de juguetes. Una llave con forma de corazón terminará envolviéndoles en una aventura mágica y misteriosa que defiende el cine como gran fábrica de los sueños.