Londres ha sido el inevitable escenario para la presentación europea de War horse, la incursión de Spielberg en la Primera Guerra Mundial. Unconflicto al que no tenía intención de hincar su visión cinematográfica, hasta que cayó en sus manos el libro infantil escrito por Michael Morpurgo sobre los avatares de un caballo entre las trincheras y los campos de batalla en aquella cruel guerra europea.
Luego se convirtió en obra de teatro, escenificada con marionetas y que el propio Spielberg acudió a ver para convencerse de que ahí había una historia. Así, el genio de Cincinnatti ha dirigido una película con su inconfundible sabor. Cine clásico con aromas a El hombre tranquilo, durante las escenas de la campiña británica. Pero también con recuerdos de sus escenas bélicas, más propias del soldado Ryan aunque amortiguadas en este caso para llegar a un público más joven.
Pero el protagonista es el caballo, Joey, un animal que escapa de als manos de su joven rpopietario para acudir como bestia de carga a la primera gran guerra. Allí cambiará de manos, entre alemanes, franceses, etc... Una metáfora sobre la sinrazón de la guerra, entre galopadas, relinchos y otras aventuras más o menos equinas.
En Londres, poco antes del estreno europeo, pudimos hablar con Kathleen Kennedy, productora y socia de Spielberg desde hace años, además de los actores Emily Watson y el novato Jeremy Irvine.