La inflación se ha disparado en 2022 en España hasta marcar su máximo en cuatro décadas, debido al aumento de precios de la energía, que se ha ido moderando, y de los alimentos, aún desbocados, y ha propiciado subidas de tipos de interés que están encareciendo las hipotecas.
El año empezó con una inflación ya elevada y al alza hasta alcanzar, con un 10,8% en julio, su tasa máxima en 38 años, si bien ha ido perdiendo fuerza hasta cerrar noviembre -último dato publicado- en el 6,8%.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), los alimentos elaborados han venido experimentando una senda alcista a lo largo del año, mientras que los productos energéticos, que comenzaron el 2022 disparados, se han ido conteniendo.
Tras los máximos históricos que alcanzaron en marzo tanto los carburantes de automoción como la electricidad, disparados por el inicio días antes de la invasión rusa de Ucrania, el traspaso del coste de ambas fuentes de energía a los bolsillos de los españoles ha experimentando un alivio.
A esa moderación contribuyó la subvención de 20 céntimos por litro aprobada por el Gobierno para gasolinas y gasóleos, lo que también ayudó a poner fin a una huelga de transportistas de mercancías por carretera que se prolongó durante 20 días y puso contra las cuerdas a la cadena de distribución logística española.
También fue clave para contener la factura de la luz la aprobación de medidas para reducir los impuestos y costes fijos que gravan la electricidad y, sobre todo, la creación del llamado "mecanismo ibérico", un sistema para controlar el precio del gas que se usa para la generación eléctrica que ha resultado ser tan eficaz que Bruselas estudia cómo implementarlo en el resto de Europa.
No obstante, aún más de la mitad de los productos que conforman la cesta de la compra siguen creciendo con fuerza y alimentos como el aceite, el azúcar, la harina y otros cereales, la mantequilla, la leche o los huevos, han subido más del 20%.
Para el director de Coyuntura Económica de Funcas, Raymond Torres, los alimentos son "una fuente enorme de preocupación" con precios que están "desbocados".
Subida de tipos para contener la inflación
España es el país de la moneda común con la menor tasa de inflación, por debajo del 10,1% de media de la UE pero aún lejos de lograr el objetivo europeo del 2%.
Esta inflación generalizada en la zona euro llevó al Banco Central Europeo (BCE) a romper en 2022 la política de tipos negativos que había mantenido en los once últimos años y subirlos hasta en cuatro ocasiones -la última ayer mismo-, hasta situarlos en el 2,5% y a advertir de que estos aumentos continuarán.
Este cambio de política monetaria ha ido encareciendo cada vez más el coste de las hipotecas, reduciendo la constitución de nuevas y empujando a miles de hipotecados a tratar de cambiar las condiciones de las suyas para que sean a tipo fijo, y no variable.
Más de un millón y medio de hogares altamente endeudados
Este aumento del coste de las hipotecas en España, que continuará durante 2023, ha elevado hasta el millón y medio el número de hogares altamente endeudados, según los últimos datos del Banco de España.
El Gobierno ha tratado de aliviar esta situación negociando con la banca una serie de medidas de alivio para hogares de rentas bajas y cuyos requisitos podrían flexibilizarse para aumentar el número de beneficiarios.
Junto a ello, también ha puesto en marcha otro tipo de iniciativas este año, como descuentos en el transporte público, controles en las subidas del gas, cheques a familias vulnerables o mayores subidas de pensiones bajas.
El Gobierno estudia ahora medidas para hacer frente al encarecimiento de la cesta de la compra, en concreto, controlando el precio de los alimentos, algo que puede resultar muy complicado, según apunta Torres, que apuesta más a la contención indirecta del coste del transporte de alimentos.
Salarios, el 'dique de contención' de la inflación
Con el Indice de Precios de Consumo (IPC) creciendo a un ritmo tres veces superior que los sueldos, los sindicatos reclaman incrementos salariales, en contra de las advertencias de organismos como el Banco de España, que augura una espiral inflacionista y aboga mejor por un pacto de rentas como solución.
En declaraciones a Efe, Torres descarta esa espiral, ya que considera que, hasta ahora, los sueldos han actuado de "dique de contención" con "una gran moderación salarial" mientras que los márgenes empresariales han respondido de forma "más desigual".
A su juicio, "la perdida de poder adquisitivo ha sido muy importante, del 7% en los últimos dos años", y el reto ahora es "compartir -su impacto- entre todos, procurando que los colectivos vulnerables estén protegidos".
Uno de los elementos sobre el que no ha habido consenso de cara a un posible pacto de rentas es si éste debe incluir o no a los funcionarios y a los pensionistas.
Tras aprobarse el primer bloque de reforma de las pensiones, estas han vuelto a revalorizarse automáticamente con el IPC, lo que supone un incremento del 8,5% para más de diez millones de pensionistas en 2023.