Bankia se ha convertido en una marca reconocida por casi todos en su poco más de un año de vida, pero muchos desconocen que esta entidad es la que aglutina el negocio puramente financiero de siete cajas y es la filial de un grupo mayor, el Banco Financiero y de Ahorros (BFA). BFA es realmente la sociedad matriz de Bankia y meses después de la salida a bolsa de esta entidad controla poco más de un 45 % de la misma.
A diferencia de Bankia, BFA no cotiza y es el responsable directo de devolver el préstamo de 4.465 millones solicitado al Estado por el grupo, además de pagar los intereses por la deuda subordinada de las distintas cajas o sus emisiones preferentes.
En BFA además está el suelo del que es propietario todo el grupo, por lo que en realidad es la entidad que posee los activos menos atractivos para los inversores.
No obstante, para compensar este impacto, además de su participación en Bankia, BFA cuenta con un importante paquete accionarial que le proporciona suculentos dividendos, como un 5 % de Iberdrola o casi un 15 % de Mapfre.
En el caso de Bankia, esta entidad concentra el negocio puramente financiero de las siete cajas que forman el grupo, incluidas sus gestoras de fondos de inversión o pensiones, pero también otras participaciones industriales, entre las que destaca cerca de un 12 % de IAG, fruto de la fusión de Iberia y British Airways.