El Gobierno estudia pedir una línea de crédito del nuevo fondo de rescate de la Unión Europea, pero sin intención de utilizarla y con la esperanza de que sirva para reducir de manera significativa los costes de financiación del Estado.
Según ha explicado un alto cargo del Ministerio de Economía a la prensa extranjera, una vez que España solicite la línea de crédito que posibilita la compra de bonos por parte del BCE, el interés de la deuda española a 10 años podría caer 150 puntos básicos.
Además, la bolsa podría dispararse un 15 % y la fuente confía en que la UE no impondrá más condiciones a España, aunque podría no cumplir sus propios objetivos de austeridad, en especial su compromiso de reducir el déficit público de 2012 al 6,3% del PIB.
El Gobierno de Mariano Rajoy está buscando respaldo entre sus socios del euro para seguir adelante con la petición del rescate y ha estado explorando cómo acceder al nuevo mecanismo europeo de lucha contra la crisis desde que el BCE anunció su disposición a rescatar a los países del euro con problemas mediante compras ilimitadas de sus bonos en el mercado secundario.
Los inversores mundiales y muchos líderes de la región han estado alentando a España a actuar cuanto antes, pero el Gobierno se ha mostrado hasta el momento reticente a comprometerse con la idea y el alto cargo del Ministerio de Economía no prevé que el asunto se resuelva esta semana.
Para poder acceder a la ayuda del BCE, un país tiene que solicitar previamente uno de los dos tipos de ayuda del nuevo Mecanismo Europeo de Estabilidad, que acabará contando con una capacidad crediticia de 500.000 millones de euros.
Una de las opciones supone que el BCE se convierta en el único prestamista del país, comprando toda su deuda, como la Unión Europea y otros acreedores internacionales hicieron en los rescates de Grecia, Portugal e Irlanda.
Sin embargo, España -ha dicho a la prensa extranjera el miembro del Ministerio de Economía- preferiría la segunda opción disponible: pedir una línea de crédito, que supone que el MEDE ponga a disposición un dinero que sólo se utilizaría si es necesario.
En las últimas semanas, los costes de financiación de España, aunque siguen elevados, se han estabilizado por debajo del nivel que forzaría a un país a solicitar un rescate y en Economía creen que los costes de financiación bajarían con la mera solicitud. De hecho, la idea es que España no necesitaría el desembolso de la línea de crédito del MEDE y "se podría decir que es una línea de crédito virtual".