La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha afirmado este lunes que la reforma laboral aprobada por el último Consejo de Ministros se ha hecho "pensando en todos y cada uno de los parados", y ha asegurado que el "afán reformista" del Gobierno "no decaerá".
Durante su discurso en el acto de toma de posesión del nuevo presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), la vicepresidenta ha defendido las tres reformas aprobadas hasta la fecha por el Ejecutivo: la de estabilidad presupuestaria, la del sector financiero y la laboral.
Sobre esta última, Sáenz de Santamaría ha subrayado que es "ambiciosa y profunda" y que se ha hecho "pensando en todos y cada uno de esos 5,3 millones de parados", pero también en los empresarios y autónomos, para que puedan crear nuevos puestos de trabajo y para que "puedan ajustarse sin recurrir al despido".
"Pero ésas no serán las únicas reformas. El afán reformista no decaerá y aprobaremos nuevas reformas en materia de sector público, en materia de transparencia, ajustaremos los organismos reguladores y los criterios de eficiencia que necesita este país y acometeremos todas las reformas de competitividad: de la energía, la fiscal, la educativa, la de justicia... para volver a colocarnos a la cabeza de los países modernos y de los países eficientes", ha anunciado.
CON EL CONSENSO DE TODOS
A renglón seguido, ha destacado que esta "gran tarea" se abordará buscando "aglutinar el consenso de todas las administraciones públicas" y con "el máximo rigor financiero y presupuestario", buscando asimismo el "consenso general de todos los españoles". "Y lo haremos con altura de miras, porque de lo que hagamos hoy, dependerá el futuro de muchos mañana", ha reflexionado la vicepresidenta.
"El Gobierno trabaja en el redimensionamiento del sector público y en la austeridad, bajo el principio de no gastar más de lo que se ingresa, para que ésa sea la norma general del funcionamiento de ahora y para siempre", ha recordado.
Así, España podrá colocarse "a la cabeza de la Unión Europea" y ser "pionero a la hora de definir la disciplina fiscal" y "liderar las nuevas políticas que los tiempos de crisis reclaman".
Para Sáenz de Santamaría, este camino pasa por buscar unas "administraciones públicas transparentes, austeras y responsables", y en él el papel de la SEPI será "fundamental" para que dichos criterios se apliquen de forma "transversal" en todas las administraciones públicas.
LA SEPI, EN EL CENTRO DE LA AUSTERIDAD.
Y es que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales "presta servicios a la población y debe ser gestionada de forma austera y eficaz", con conocimiento de "cuál es la dimensión verdadera del sector que empresarial que se puede permitir el Estado" y de cuál es la estructura necesaria para poder mantener los servicios que presta la entidad.
Así, el nuevo presidente de la SEPI, Ramón Aguirre, es a juicio de Sáenz de Santamaría la persona adecuada para ello, por su "rigor, capacidad de trabajo y afán para modernizar la política del Estado, especialmente la industrial y la económica". "Celebro su programa para la SEPI, con la austeridad y la transparencia como dos grandes ejes de su gestión", ha concluido.