El gigante de internet Google, filial de Alphabet, instó este lunes al Tribunal General de la UE a rechazar una multa de 1.490 millones de euros que le impuso la Comisión Europea en 2019 por abusar de su posición de dominio en el mercado de la publicidad en línea.
El asunto se trató este lunes, en la primera jornada de una vista de tres días que tiene lugar en la corte con sede en Luxemburgo.
En el informe de la vista, la empresa reclama, como alternativa, la disminución de la cuantía de la multa y además insta a los jueces europeos a condenar al Ejecutivo comunitario en costas.
Según Google, el importe de la multa infringe el principio de proporcionalidad, por lo que pide a la corte que lo reduzca "significativamente", hasta "una cantidad proporcional a la duración y gravedad de la infracción".
Por su parte, la Comisión Europea reclama al tribunal que rechace la acción presentada por el gigante tecnológico y ordene a Google pagar las costas del juicio.
La sanción impuesta al gigante tecnológico, según argumentó en su momento Bruselas, se debía a que Google impuso "cláusulas restrictivas" en contratos con páginas web de terceros que impidieron a sus rivales emplazar en ellas sus propios anuncios relacionados con búsquedas.
Google menciona distintos motivos para apoyar su recurso, alegando, en primer lugar, que la Comisión no definió correctamente el mercado de los intermediarios en la búsqueda de publicidad en línea y que, como consecuencia, no probó que esa empresa tuviera una posición dominante.
Por otra parte, asegura que la cláusula de exclusividad en el sistema de búsqueda universal y otras incorporadas no constituían un abuso de posición dominante y que la Comisión se equivocó al imponer la multa.
La Comisión rebate los argumentos de Google y sostiene que no hay posibilidad de sustitución entre los anuncios de búsqueda y los que no son de búsqueda.