La economía española creció el 1,1% entre abril y junio, impulsada por el rebote del consumo de los hogares en un contexto de inflación elevada por el impacto de la guerra en Ucrania, de acuerdo con el avance de contabilidad nacional publicado este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En el segundo trimestre la demanda nacional ha pasado a liderar el crecimiento económico, principalmente por la fuerte recuperación del consumo de los hogares (que ha pasado de tener un crecimiento negativo a crecer el 3,2%) y el mantenimiento del dinamismo de las inversiones.
El crecimiento se ha acelerado 0,9 puntos respecto al primer trimestre del año, en el que la sexta ola de Covid-19 y la invasión de Ucrania provocó una contracción del consumo de las familias que frenó en seco el avance del PIB (0,2%).
Este crecimiento trimestral del PIB, el quinto consecutivo, se ha situado siete décimas por encima del previsto por el Banco de España, que había proyectado en sus últimas previsiones un avance del 0,4% para el segundo trimestre.
No obstante, Estadística ha explicado que el avance de datos de este segundo trimestre se ha realizado a partir de indicadores estadísticos que ofrecían resultados hasta mayo, justo cuando se produjo la invasión rusa de Ucrania.
En términos interanuales, la variación del Producto Interior Bruto es del 6,3%, tasa similar a la del primer trimestre de 2022, según apunta el INE.
En el segundo trimestre el consumo de los hogares ha crecido un 3,2%, mientras que la inversión empresarial (hasta ahora más resistente) ha caído un 2,3% y la inversión en vivienda, edificación y construcción ha repuntado notablemente, con un incremento del 7,8%.