Equiparar la tasa de actividad y el tiempo de trabajo de las mujeres a las de los hombres permitiría en España aumentar la riqueza por habitante en torno al 8% en el horizonte de 2060, según la OCDE, que considera que hay que adoptar un enfoque integrado para la igualdad de género en todas las políticas.
En un informe sobre esa cuestión publicado este martes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) estima el potencial económico que ofrecen las políticas de igualdad en el terreno laboral para cada uno de sus países miembros.
El potencial para España está algo por debajo de la media de la OCDE, en la que se podría conseguir un incremento del producto interior bruto (PIB) por habitante del 9,2% para 2060, pero es superior al de Francia, Estados Unidos o de la mayor parte de los países de Europa central y oriental.
En España, la reducción simultánea de las diferencias entre hombres y mujeres en la tasa de actividad y del tiempo de trabajo podría ofrecer un alza del PIB por habitante de 0,21 puntos porcentuales cada año, frente al 0,23 de media.
Eso es mucho menos que los 0,52 puntos de México, de los 0,48 de Costa Rica, de los 0,43 de Turquía o de los 0,41 de Colombia, que son los miembros que presentan un mayor margen de mejora porque son también los que tienen las mayores brechas actualmente.
En el extremo opuesto, en Letonia, Lituania y Eslovenia la progresión se limitaría a 0,06-0,08 puntos porcentuales cada año.
En el caso de España, las mujeres en 2021 trabajaban 5 horas menos a la semana en un empleo remunerado que los hombres en 2021, una diferencia que se ha reducido si se compara con las 6 horas de 2010.
Es una fractura menos pronunciada que en el conjunto de la OCDE, donde las mujeres trabajaban 5,3 horas menos que lo hombres cada semana en 2021 y 6,5 horas en 2010.
Los países con mayor brecha en el tiempo de trabajo son Suiza (9,8 horas en 2021), Países Bajos (9,1) y Costa Rica (8,5). De nuevo, en el extremo opuesto hay países del centro y del este de Europa, como la República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Letonia, Hungría y Lituania, donde hay menos de una hora de diferencia.
Por lo que se refiere a la tasa de actividad, es decir el porcentaje de los que tienen un empleo entre los que están en edad de trabajar, ahí sí que España está en una situación peor que la media de la OCDE.
Su tasa de actividad femenina era en el cuarto trimestre de 2022 del 59, % (del 69,2% para los hombres) frente al 66,7% de media en la organización (76,6% para los hombres).
Es decir, que el margen de mejora es mucho más amplio para España ahí, en la incorporación al trabajo de mujeres que ahora no tienen empleo.