La tasa de inflación interanual de la zona euro retrocedió dos décimas en julio en comparación con el mes anterior, alcanzando así el 5,3%, lo que supone el menor encarecimiento de los precios desde enero de 2022, según la segunda estimación de Eurostat, que mantiene, sin embargo, en el 5,5% la tasa subyacente.
De su lado, en el conjunto de la Unión Europea (UE), la tasa de inflación interanual se situó en el 6,1%, tres décimas por debajo de la lectura registrada en junio. Se trata de la menor subida de los precios desde enero de 2022.
La moderación en julio de la escalada de los precios en la zona euro obedeció principalmente a la caída del 6,1% en el coste de la energía, frente a la bajada del 5,6 en junio, mientras que el encarecimiento de los alimentos frescos fue del 9,2%, dos décimas por encima del dato del mes anterior.
Asimismo, en el caso de los servicios, los precios subieron un 5,6% interanual, dos décimas más que en mayo, al tiempo que los bienes industriales no energéticos se encarecieron cinco décimas menos que el mes anterior, con una subida del 5%.
Al excluir del cálculo el impacto de la energía, la tasa interanual de inflación en julio se situó en el 6,7%, frente al 6,9% del mes anterior, mientras que al dejar fuera también el impacto del precio de los alimentos, el alcohol y el tabaco, la tasa subyacente de inflación se mantuvo estable en el 5,5%.
Entre los Veintisiete, las tasas anuales de inflación más bajas se registraron en Bélgica (1,7%), Luxemburgo (2%) y España (2,1%), mientras que las subidas más intensas de los precios correspondieron a Hungría (17,5%), Eslovaquia y Polonia (ambas con un 10,3%).
El repunte de la tasa de inflación armonizada de España al 2,1% en julio redujo el diferencial de precios favorable respecto de la media de la eurozona a 3,2 puntos porcentuales desde los 3,9 del mes anterior.