El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, y el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, han coincidido este martes en señalar que el impuesto extraordinario a la banca se debería utilizar para mejorar la capitalización del sector, como se ha hecho en Italia.
Durante su intervención en el IV Observatorio de las Finanzas organizado por El Español, ambos han recordado que de esta forma los bancos estarían mejor protegidos ante las diversas incertidumbres que afronta la evolución de la economía, ya que, entre otras cosas, la rentabilidad del sector no está garantizada.
También han coincidido en que el BCE podría empezar a bajar los tipos de interés en la zona del euro en el mes de junio, ya que la inflación se está desacelerando, tanto la general como la subyacente, más rápido de lo previsto, y lo seguirá haciendo, aunque es probable que a un ritmo más pausado que hasta ahora.
Según el gobernador, las proyecciones contemplan que la inflación se modere hasta el 2,3 % en 2024, lo que supone una nueva revisión a la baja, y que se sitúe en el entorno del 2 % tanto en 2025 como en 2026, algo que a su juicio sería compatible con un crecimiento "robusto, aunque decreciente" de los salarios, que recuperarían en 2025 el poder adquisitivo previo.
En este sentido, De Guindos ha recordado que la mayoría de los convenios colectivos laborales se cierran en la primera mitad del año, con lo que en junio el BCE ya dispondrá de más información para valorar adecuadamente el contenido de los mismos y los siguientes pasos de la política monetaria.
También se ha referido a la elevada deuda pública que soportan algunos países del área y ha dicho que es importante volver a hablar de reformas estructurales en Europa que eleven a medio plazo la productividad y la competitividad del Viejo Continente.
Preguntado por la inestabilidad política que vive España, que ha impedido que se aprueben los presupuestos para el próximo ejercicio, De Guindos ha dicho, sin entrar en valoraciones sobre ningún país, que la estabilidad política "es un valor que genera certidumbre" en todos los agentes económicos y que los presupuestos "son una norma fundamental".
De Guindos ha deseado estabilidad política a todos los países de la zona del euro, España incluida, porque es una señal positiva desde el punto de vista no solo de la percepción del mercado sobre la economía sino del día a día, es decir del funcionamiento económico de familias y empresas, ha dicho.
Por su parte, el gobernador del Banco de España, ha señalado que la necesidad de un ajuste fiscal progresivo en España debería ser una prioridad absoluta para la política económica y que contribuiría a la reducción de la incertidumbre sobre las políticas económicas.
Estas políticas económicas contribuirían a reducir las presiones sobre los precios a medio plazo, aumentar el crecimiento potencial y revertir la pérdida de convergencia con Europa acumulada en las últimas décadas, que se ha mantenido desde el inicio de la pandemia.
Para lograrlo, ha añadido, sería necesario alcanzar en España unos consensos políticos y sociales básicos que permitan abordar este proceso de consolidación fiscal a lo largo de varias legislaturas y que las reformas estructurales que lo acompañen sean sostenidas en el tiempo.