La Tarifa de Último Recurso (TUR) eléctrica, a la que están acogidos 20 millones de consumidores, subirá a partir de este lunes un 3,95 % de media, mientras que la del gas natural se encarecerá un 2,26 % y la bombona de butano pasará a costar 16,45 euros, el 5,92 % más.
El incremento que experimentará el precio del gas natural supondrá un aumento medio de 14,89 euros al año, mientras que no se han detallado estos datos para la electricidad.
La subida del gas varía según el tipo de tarifa: la TUR 1, para un hogar que utiliza el gas natural sólo para el agua caliente, aumenta un 1,69 %, lo que se traduce en unos 3,95 euros más al año; mientras, la TUR 2, para hogares con agua caliente y calefacción, sube un 2,16 %, lo que supondrá 16,14 euros más al año.
En lo que respecta al butano, el Boletín Oficial del Estado (BOE) refleja hoy la subida en el precio máximo de venta antes de impuestos para los gases licuados del petróleo envasados hasta los 111,56 céntimos de euro el kilogramo.
Eso se traduce, tal y como adelantaron ayer fuentes del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, en que la bombona de butano pasará a costar a partir de mañana 16,45 euros, un 5,92 % más que el precio anterior de 15,53 euros, es decir, 92 céntimos más.
En España hay 7,2 millones de clientes de gas natural, de los que 4,7 millones están en el mercado libre y 2,5 millones acogidos a la tarifa regulada o TUR. En electricidad, la mayoría de los consumidores domésticos y pymes, unos 20 millones, están acogidos a esta segunda opción.
En la anterior revisión de abril, la tarifa del gas natural subió una media del 5 %, mientras que la tarifa eléctrica se incrementó un 7 % con una fuerte subida de los peajes. En enero, el recibo de la luz se congeló, mientras que el del gas subió un 0,5 %.
En el caso de gas y luz, las subidas de mañana reflejan los incrementos en el coste de la energía, que se fija por subasta, mientras que los peajes -que suponen la otra mitad del recibo y que fija el Gobierno- se han mantenido, según fuentes gubernamentales.
Sobre la fijación de los precios de gas y electricidad planea el problema del déficit de tarifa, que consiste en el desfase generado entre los ingresos y los costes del sistema y que ya supera los 25.000 millones de euros.
El objetivo para este año es que el déficit de tarifa se sitúe en los 1.500 millones y deje de generarse en 2013.
Para acabar con este desfase, el Ejecutivo, que ya aprobó una serie de medidas en marzo, ultima la segunda fase de la reforma del sector eléctrico, que incluirá iniciativas fiscales, y que previsiblemente se aprobará en la primera quincena de julio.