La recuperación del poder adquisitivo es la principal reivindicación de UGT y CCOO para un Primero de Mayo que incluye aviso a la patronal de movilización general si no negocian un acuerdo salarial y que se celebra en vísperas de elecciones en las que los sindicatos creen que hay mucho en juego.
"Si no hay avances en el acuerdo para el empleo y la negociación colectiva (AENC) vamos a ir a un proceso intenso de movilización en la segunda parte del año (...) CEOE sabrá hasta dónde quieren llevar las movilizaciones", ha dicho en rueda de prensa el secretario general de CCOO, Unai Sordo.
"La CEOE tiene que sentir el aliento de las calles exigiendo que acaben con la avaricia y la usura que representan en algunos casos los beneficios empresariales", ha añadido el secretario general de UGT, Pepe Álvarez.
"Las movilizaciones sabemos cómo empiezan, pero no cómo terminan", han insistido ambos líderes sindicales, que de momento no quieren hablar de huelga general, pero que han puesto como ejemplo la movilización actual en Francia contra la reforma de pensiones o la que tumbó en España la reforma de las pensiones del PP años después de su aprobación.
Bajo el lema "Subir salarios, bajar precios, repartir beneficios" CCOO y UGT han convocado el día 1 de mayo decenas de manifestaciones en todo el país para reclamar a la patronal un acuerdo marco que sirva de guía para los convenios colectivos y para exigir también al Gobierno que mueva pieza en el ámbito fiscal para transferir rentas a los hogares que lo necesiten.
Ambos sindicatos se han dado un plazo aproximado hasta el verano para cerrar la negociación salarial o romperla, porque no quieren alargar indefinidamente un proceso en el que CEOE y Cepyme "no han hecho ninguna propuesta que muestre su voluntad de diálogo".
La percepción de los sindicatos es que la patronal no está siendo corresponsable en la actual crisis de precios y les advierten de que su resistencia a la negociación supondrá la muerte efectiva del AENC, una herramienta "útil" que nació en 2010 con el compromiso por la moderación salarial para superar la crisis financiera.
"Tiene que haber reparto de la riqueza y si no lo hay el conflicto va a crecer", ha señalado Álvarez, que ha recordado que 2022 ya ha sido un año de mayor conflictividad laboral a nivel sectorial, lo que permitido cerrar numerosos convenios con algún tipo de cláusula de garantía salarial, uno de los elementos rechazados por la patronal para un acuerdo marco.
Sordo ha recordado que las cláusulas de revisión ya protegen al 21 % de los trabajadores con convenio colectivo, un porcentaje que sube al 42 % solo para los convenios cerrados en 2022.
Los trabajadores se juegan mucho en las elecciones
Para los sindicatos, este Primero de Mayo también tiene que servir para hacer balance de lo logrado en un ciclo electoral que llega a su fin, porque los trabajadores se juegan "un modelo de sanidad, de educación, de cuidados para los mayores o de política de vivienda", en palabras de Sordo.
"Haremos un llamamiento al voto desde la autonomía y el no partidismo, pero no somos ni neutrales ni equidistantes, apoyaremos el voto a las opciones progresistas", ha afirmado el líder de CCOO.
Al respecto, el líder de UGT ha señalado que es el momento de poner en valor los frutos de la reforma laboral para frenar la temporalidad, el impulso a los ERTE o la reforma de la pensiones como instrumento para una jubilación digna.
Pero sin olvidar, ha dicho, los 3 millones de personas en situación de desempleo y el alrededor de medio millón de personas "sin papeles" que tampoco pueden trabajar.