Yolanda Díaz entre la jornada de cuatro días y las fómulas flexibles como bolsas de horas y excedencias
La vicepresidenta y ministra de Trabajo sostiene que reducir la jornada aumentaría la productividad y considera imprescindible reducir el "excesivo" número de horas extra
REDACCIÓN / EUROPA PRESS
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha abogado por no centrar el debate sobre la redistribución del tiempo de trabajo en la posibilidad de implantar una jornada laboral de 32 horas, sino que ha abogado por fórmulas flexibles como bolsas de horas acordadas entre trabajador y empresa o excedencias formativas como en los "modelos nórdicos".
Díaz ha clausurado este viernes en Valencia a primera jornada de una cumbre internacional sobre la jornada laboral de cuatro días, junto a la vicepresidenta de la Generalitat y consellera de Igualdad, Mónica Oltra.
Antes de intervenir, en declaraciones a los medios, no ha querido valorar las palabras del presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, que ha tachado la propuesta de electoralista. "Nunca valoro las declaraciones de los agentes sociales", ha recalcado.
Díaz, durante su intervención y en sus declaraciones previas, ha ahondado en que "el tiempo del trabajo es el todo" porque "junto al tiempo del trabajo, está el tiempo de la vida", y ha reivindicado un "nuevo pacto social sobre la jornada máxima y el tiempo de trabajo que emane de una visión sostenible y justa de los trabajos y las vidas que los permiten", una ambición que se ha extendido a dos proyectos legislativos "capitales" para Díaz: el nuevo estatuto de los trabajadores y la futura ley de los usos del tiempo que transformará, sin duda, el binomio tiempo-trabajo".
En este marco, Díaz ha asegurado que se siente más cómoda con las fórmulas flexibles para la "reordenación del trabajo" que en una "rígida" como la de la jornada de cuatro días.
Díaz ha apostado por un "diseño integral" en el que confluyan otros elementos, y una "reconfiguración del tiempo de trabajo, ya sea en forma de descansos semanales, permisos, suspensiones, excedencias línea con el plan Me Cuida, y "poner en manos de los trabajadores el derecho a formarse", con excedencias "siguiendo los modelos nórdicos en los que un trabajador pueda pedir una excedencia para hacer una formación en otro país, aprender un idioma" o simplemente estudiar.
También se ha referido a "paréntesis para viajar", "para motivarse de nuevo siempre con la garantía de la reserva del trabajo", algo que "no es nada revolucionario" y, según Díaz, están haciendo otros países europeos. En definitiva, una "soberanía del propio tiempo" y una "flexibilidad acordada" que se pueda negociar con la empresa. "¿Por qué no plantear en la empresa bolsas de horas en los que el trabajador pacte la distribución de su jornada?", ha puesto sobre la mesa.
Entre estos ha incidido en la productividad, un ámbito en el que España presenta una "diferencia negativa" respecto al resto de la Unión Europea. En ese sentido, ha defendido que se debe "abrir el debate" de cómo se distribuye la productividad y ha sostenido que reducir la jornada supone un incremento de la misma, con estudios que apuntan a un descenso de la eficiencia a medida que avanza la jornada.
También se ha referido a que reducir el "excesivo" número de horas extra es un paso "imprescindible", si no el primero, para una "necesaria reordenación del tiempo de trabajo". La vicepresidenta ha incidido en que la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre del año refleja que cada semana en España se realizan 6,6 millones de horas extraordinarias semanales y 27 millones de horas extra al mes.
De ellas, ha advertido Díaz, el 44% no se remuneraron, lo que supone cerca de "2,9 millones de horas extraordinarias sin recibir compensación alguna", ha lamentado. "Esta realidad es inaceptable", ha subrayado, antes de puntualizar que, sin embargo se trata se la cifra "más baja desde 2011". "Pero yo no me voy a conformar", ha asegurado.
A partir de ahí, la titular de Trabajo ha señalado que "no se trata tanto de la jornada de cuatro días", sino de contemplar aspectos relacionados con la reducción del tiempo de trabajo, "por supuesto en cómputo semanal y sin reducción salarial".