El Banco de España acaba de rebajar al 4,1% la previsión de déficit del año 2015. Son cinco décimas más del objetivo fijado en Bruselas.
El organismo supervisor no espera que, hasta 2018, uno año después de lo previsto, bajemos del 3%.
El ajuste del déficit, el presupuesto, será el primer reto al que se enfrente el nuevo gobierno.
Los candidatos en las próximas elecciones se resisten a avanzar su política de pactos. Si difícil será llegar a un acuerdo, más complicado les resultará cerrar en tiempo récord las cuentas para el año que viene. En septiembre, deben estar en el Congreso.