El Gobierno argelino califica de "matanza" lo ocurrido en la valla que separa Melilla de España y ha denunciado las "auténticas ejecuciones sumarias" que atribuye a las fuerzas de seguridad marroquíes que repelieron el asalto a la valla de Melilla el pasado viernes y que según el balance oficial se ha saldado con 23 subsaharianos muertos.
Este país calificó este domingo de "matanza" la muerte de 23 migrantes subsaharianos en el asalto del viernes a la valla de Melilla, en el que alrededor de 2.000 de personas intentaron cruzar la frontera con España.
Así lo aseguró Amar Belani, enviado especial del Ministerio argelino de Asuntos Exteriores encargado de la cuestión del Sáhara Occidental y los países del Magreb, citado por prensa local.
Para Belani que pidió la apertura de una investigación independiente sobre estos "trágicos hechos", "las imágenes de esta matanza son extremadamente impactantes; aportan información sobre la brutalidad extrema y el uso desproporcionado de la fuerza que son similares, dadas las circunstancias, a verdaderas ejecuciones sumarias".
En las impactantes escenas difundidas en las redes sociales e incluso recogidas por la televisión estatal argelina se podía ver migrantes subsaharianos tirados en el suelo bajo la vigilancia de las fuerzas marroquíes que intervinieron brutalmente para impedirles cruzar la barrera que separa el territorio marroquí de Melilla.
El embajador argelino acusó a Marruecos de ser el responsable de esta tragedia y exigió que los organismos internacionales, y en particular el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, "realicen investigaciones independientes y transparentes para determinar la responsabilidad y arrojar luz sobre estos trágicos hechos".
El número de migrantes muertos ascendió a 23, después de que en la tarde de este sábado fallecieran cinco más, informaron fuentes de las autoridades locales de la provincia marroquí de Nador, contigua a la ciudad española ubicada en el norte de África.
Las mismas fuentes indicaron que otros 18 migrantes y un miembro de las fuerzas de seguridad marroquíes siguen ingresados en los hospitales del país magrebí.