Al menos 32 personas han muerto este miércoles como consecuencia de los deslizamientos de tierras e inundaciones provocados por las lluvias torrenciales en Seúl, la capital de Corea del Sur, y en regiones vecinas, según han informado los servicios de emergencias. Trece de las víctimas murieron cuando la tierra que se desprendió de una montaña cayó sobre un centro vacacional en Chuncheon, al este de Seúl, y destruyó tres pequeños hoteles.
Un vecino ha dicho que oyó algo que sonaba como un tren. "Después oí alguien gritar '¡ayúdenme!', así que salí y vi que un montón de tierra había arrasado toda la zona", ha explicado.
El Ejército está colaborando en las operaciones de rescate en la zona, donde más de 40 veraneantes --la mayoría estudiantes universitarios-- dormían cuando se produjo el desprendimiento. Un total de 26 personas han resultado heridas.
Otro deslizamiento de tierra ocurrido a las afueras de Seúl ha sepultado decenas de casas y ha acabado con la vida de al menos diez personas, según los medios de comunicación surcoreanos, que han añadido que hay una persona desaparecida.
Un afluente del río Han que pasa por Gonjiam, a unos 50 kilómetros al sureste de Seúl, se ha desbordado y ha causado la muerte de cinco personas, según la agencia de noticias Yonhap.
La región central de Corea del Sur sufre desde este martes por la tarde unas condiciones meteorológicas complicadas que han hecho que los ríos se desborden, han ocasionado problemas para desplazarse de un lugar a otro y han provocado apagones. Más de 60.000 hogares seguían sin suministro eléctrico este miércoles por la tarde.
A lo largo de las últimas 24 horas han caído hasta 400 milímetros de precipitaciones sobre Seúl, y la oficina meteorológica ha pronosticado que las intensas lluvias podrían continuar hasta este viernes.