El exmilitar serbobosnio Ratko Mladic, conocido como "el carnicero de Bosnia", fue sentenciado hoy a cadena perpetua por la Justicia internacional, que le consideró "culpable" de crímenes de lesa humanidad y genocidio durante la guerra bosnia (1992-1995). Según los jueces, Mladic contribuyó "significativamente" a la eliminación de musulmanes y croatas de Bosnia entre mayo de 1992 y noviembre de 1995, tiempo que la Corte consideró demostrado que el acusado era el comandante en jefe de las fuerzas que ejecutaron los crímenes en Bosnia.
Mladic "era totalmente consciente" de las deportaciones, las detenciones forzadas, los asesinatos y la persecución de musulmanes, según el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY). Asimismo, el acusado "compartía la intención del objetivo final" de exterminar a los habitantes musulmanes de Srebrenica en 1995, genocidio en el que fueron asesinados al menos 8.000 musulmanes y otros miles sufrieron saqueos y violaciones.
La corte consideró que Mladic "propuso y ordenó personalmente" los bombardeos y disparos indiscriminados de francotiradores contra civiles en Sarajevo, ciudad que las tropas serbobosnias mantuvieron tres años y medio bajo asedio. Su intención en Sarajevo, agregó el juez Alphons Orie, era "destruir" a los habitantes de la ciudad, impedir el acceso de los civiles al agua, comida y electricidad, y que estos "vivieran en una situación de estrés y asedio" que provocara el terror entre la población.
Con el asedio, se lograba "un objetivo común compartido" entre "un grupo de criminales" -dijo el magistrado- que buscaba "limpiar" Sarajevo de la población musulmana perseguida por las tropas de Mladic. El juez mencionó varios ejemplos de los crímenes cometidos por el exmilitar y sus soldados, como el incidente en el Puente Brhpolje, en 1992, en el que los musulmanes detenidos fueron obligados a saltar al río mientras los soldados serbios les disparaban. Murieron 22 hombres, y solo uno logró sobrevivir.
También relató el caso de una mujer que circulaba por las calles de Sarajevo cuando recibió el disparo de un francotirador, y la misma bala, que atravesó su vientre, alcanzó a su hijo en la cabeza, quien no sobrevivió. El juez también mencionó "las brutales y sistemáticas violaciones" a las que fueron sometidas las mujeres musulmanas, incluidas niñas de 12 años, detenidas por los serbios en Bosnia.
Orie aseguró que Mladic es responsable de "los crímenes más atroces conocidos por la humanidad". El excomandante serbobosnio y su equipo de abogados intentaron durante las últimas semanas que el veredicto fuera suspendido o aplazado debido a la presión arterial alta que sufre Mladic.
Durante la sesión de hoy, y en el momento en el que Orie comenzó a leer las responsabilidades del acusado en los crímenes cometidos durante la guerra, Mladic pidió cinco minutos de receso para ir al baño. El magistrado se los concedió pero los rumores sobre un agravamiento de su estado de salud comenzaron a generalizarse en la sala del tribunal porque después de más de 40 minutos, Mladic seguía sin regresar.
Cuando la corte pudo retomar la sesión, el equipo de abogados afirmó que su cliente sufrió "una crisis de hipertensión" y volvió a insistir en los riesgos de la sentencia para su salud, pero Orie negó un aplazamiento y dijo que seguía leyendo la sentencia.
Mladic comenzó entonces a gritar a los jueces, creando un momento de tensión en la sala, y Orie terminó por expulsarlo y pidió su traslado a una habitación contigua donde pudiera escuchar su sentencia. El exmilitar sufrió múltiples ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares durante los últimos años.
Durante los cinco años que duró este procedimiento judicial, Mladic, de 74 años, siempre mantuvo su inocencia de todos los cargos que se le imputaban, y aseguraba que él no dio las órdenes mencionadas o que los soldados actuaban por su propia cuenta.
Se espera que Mladic presente recurso contra la sentencia de hoy. Este era el último gran juicio del TPIY, que cerrará sus puertas a finales de diciembre, aunque mantendrá en funciones una parte provisional que se encargará de los recursos pendientes de casos anteriores, incluido el del propio Mladic, si finalmente lo presenta.