Cientos de ciudadanos rusos volvieron hoy a las calles de algunas capitales regionales para denunciar, por segundo día consecutivo, los resultados de las elecciones parlamentarias del pasado domingo, que muchos consideran fraudulentos.
La manifestación más numerosa, permitida por las autoridades locales, fue en Perm, donde más de 800 personas, según fuentes policiales citadas por Interfax, protestaron contra el partido oficialista Rusia Unida, liderado por el primer ministro ruso y candidato a la presidencia en los comicios de marzo, Vladímir Putin.
Poco más de un centenar de personas se congregaron en actos de protesta no autorizados en las ciudades siberianas de Novosibirsk y Omsk.
Los manifestantes de Novosibirsk, convocados por los partidos de la oposición, exigieron repetir los comicios en todos aquellos colegios electorales donde RU logró más de la mitad de los votos.
Mientras tanto, las autoridades policiales dejaron en libertad desde esta madrugada a la mayoría de las más de 130 personas detenidas ayer durante la mayor manifestación que recuerda Rusia en más de quince años.
En San Petersburgo, a 45 personas se les imputan faltas administrativas, igual que a otras 17 en la ciudad de Samara, a orillas del río Volga.
Doce personas fueron puestas en libertad en Piatigorsk, capital de la región de Stávropol, y otras doce en Tula, todas ellas detenidas ayer por tomar parte en protestas no consensuadas con las autoridades.
Decenas de miles de rusos salieron el sábado a las calles de medio centenar de ciudades en todo el país bajo el lema "Por unas elecciones limpias".
En Moscú, los manifestantes exigieron nuevos comicios parlamentarios, la anulación de los resultados falsificados y la destitución del presidente de la Comisión Electoral Central (CEC), Vladímir Churov, al que muchos responsabilizan de las graves irregularidades registradas durante la jornada electoral.
La cuestión sobre la destitución de Churov, a propuesta del comunista Kirill Serdiukov, fue rechazada hoy por una mayoría de los miembros de la CEC.
EL PRESIDENTE RUSO RECHAZA LAS CONSIGNAS Y DENUNCIAS DE LOS MANIFESTANTES
El presidente ruso, Dmitri Medvédev, manifestó hoy su desacuerdo con las consignas y declaraciones lanzadas el sábado por las decenas de miles de manifestantes en las calles de medio centenar de ciudades del país para denunciar fraude en las elecciones parlamentarias de hace una semana.
"No estoy de acuerdo ni con consignas ni con las declaraciones que sonaron en los mítines", escribió el mandatario ruso en su perfil de Facebook.
Medvédev, sin embargo, aseguró que ha dado "órdenes de investigar todas las comunicaciones desde los colegios electorales relativas al cumplimiento de las leyes electorales".
"Según la Constitución, los ciudadanos de Rusia tienen derecho a la libertad de expresión y reunión. Las personas tienen derecho a expresar su opinión, lo que hicieron ayer. Me parece bien que todo transcurrió en el marco de la ley", subrayó el presidente ruso en su perfil de la popular red social.
Decenas de miles de rusos salieron el sábado a las calles en todo el país bajo el lema "Por unas elecciones limpias". Más de 130 manifestantes fueron detenidos en la jornada de protesta en Rusia, según datos del Ministerio del Interior.
El partido Rusia Unida (RU) del primer ministro, Vladímir Putin, y del presidente, Dmitri Medvédev, conserva la mayoría absoluta en la Duma (cámara de diputados) con 238 diputados, 12 más de los necesarios para alcanzar la mayoría (226), según los resultados oficiales definitivos de las elecciones anunciados el viernes por la Comisión Electoral Central (CEC).
En Moscú, unas 50.000 personas según los organizadores y al menos 25.000 según las autoridades policiales se congregaron en la céntrica plaza Bolótnaya, en un acto de protesta que transcurrió sin incidentes violentos y sin intervención de las fuerzas de seguridad.
Los ciudadanos descontentos portaron pancartas con las consignas: "Exigimos el recuento de votos", "Devolvamos las elecciones al país" y "Rusia Unida, conoce tu lugar", este último en alusión al abultado y para muchos poco creíble resultado del partido oficialista, liderado por el primer ministro ruso, Vladímir Putin.
Los manifestantes de la capital rusa exigieron a las autoridades la celebración de nuevos comicios parlamentarios, la liberación de los presos políticos y la investigación de todas las irregularidades.
Del Pacífico al Atlántico, del Extremo Norte a las ciudades del sur europeo ruso, miles de ciudadanos dejaron el calor de sus hogares para llenar plazas y calles en un frío día de diciembre y sumarse a la que ya es la manifestación más multitudinaria vista en este país desde los años 90 del siglo pasado.