Cientos de filipinos han celebrado el Jueves Santo emulando en la localidad de San Fernando, al norte de Manila, los azotes que recibió Jesucristo en su calvario hasta el monte Gólgota, según la tradición cristiana.
Miles de espectadores asistieron a la ceremonia, en el que participaron devotos de tres poblaciones vecinas que se congregaron en frente de la iglesia de la localidad con capuchas y coronas de espinas sobre sus cabezas.
En una procesión por las calles del pueblo, los participantes se azotaban con látigos las espaldas desnudas con la intención de expiar sus pecados, y ofrecían a los adultos y niños del público que les flagelaran también.
Las escenas son parte de la tradición filipina en Semana Santa, cuando algunos creyentes se autoinfligen castigos corporales como penitencia.
Penitentes se flagelan en San Pedro Cutud en San Fernando al norte de Manila (Filipinas) hoy, 24 de marzo de 2016
Un penitente se arrastra por el suelo para llegar a la iglesia en San Pedro Cutud en San Fernando al norte de Manila
Un penitente carga con una cruz en San Pedro Cutud en San Fernando al norte de Manila (Filipinas)
Mañana, con motivo del Viernes Santo, decenas de penitentes se harán crucificar con clavos en cruces en varias localidades filipinas.
En la aldea de San Pedro Cutud, a unos 30 kilómetros de San Fernando, Ruben Enaje, uno de los penitentes, será crucificado mañana por trigésimo año consecutivo con clavos de acero de más de 7 centímetros.
Mientras que la Iglesia católica advierte de que los sangrientos rituales pueden distorsionar el significado de la Semana Santa, la crucifixión en San Pedro de Cutud atrae cada año a multitudes de locales y turistas extranjeros.