Ecuador: 480 fallecidos y 20.000 personas sin hogar tras el terremoto

A 480 ascendió hoy la cifra de fallecidos por el terremoto de 7,8 grados de magnitud en la escala abierta de Richter, que sacudió el pasado sábado la zona noroeste del país, según el viceministro del Interior, Diego Fuentes. El viceministro dijo a la periodistas que las autoridades aún procesan la información, pero que hasta el momento la cifra es de "480 personas que están fallecidas".

"Aproximadamente 2.560 personas están heridas", agregó tras una comparecencia de varios cargos estatales en la que informaron de asuntos relacionados con el abastecimiento de alimentos para la población afectada en la costa ecuatoriana.

Unas 20.000 personas se han quedado sin hogar a causa del terremoto aseguró por su parte el canciller de ese país, Guillaume Long.

El ministro indicó que el país está en plena fase de rescate de supervivientes y fallecidos entre los escombros del terremoto y dijo que 654 integrantes de equipos de rescate han llegado al país, si bien esa cifra podría llegar hoy a los 800, lo que consideró muy positivo.

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, cifró hoy en unos 3.000 millones de dólares las pérdidas como consecuencia del terremoto del sábado, uno de los más fuertes en la historia del país andino, informó la agencia pública Andes. "Las pérdidas son multimillonarias, yo calculo, grosso modo, 3.000 millones de dólares, un 3 % del producto interno bruto y eso significa reconstrucción de años. Es una lucha larga, por eso invito a no desanimarnos", explicó Correa.

El gobernante se lamentó por las pérdida de vidas humanas y dijo que en proporción de habitantes la localidad de Canoa, en el norte, es la más golpeada por el sismo, pues el 80 % de ese balneario ha desaparecido.

En las zonas más afectadas por el terremoto continúa la búsqueda de personas entre los escombros.

Hoy, los bomberos de Quito rescataron con vida a tres personas que quedaron atrapadas en un centro comercial que se derrumbó en la ciudad de Manta, en la provincia de Manabí.

El canciller ecuatoriano, Guillaume Long indicó que el país está en plena fase de rescate de supervivientes y fallecidos entre los escombros del terremoto y dijo que 654 integrantes de equipos de rescate han llegado al país, si bien esa cifra podría llegar hoy a los 800, lo que consideró muy positivo.

Los esfuerzos se centran en la búsqueda y rescate de supervivientes dos días después de que el seísmo, calificado por el Gobierno como la mayor catástrofe ocurrida en el país desde hace 67 años, sacudiera la costa norte de Ecuador. El temblor, de 7,8 grados de magnitud en la escala abierta de Richter, tuvo lugar a las 18.58 hora local (23.58 GMT) y, además de las víctimas mortales, ha causado al menos 2.068 heridos.

Entre los muertos por el temblor, se encuentran siete colombianos, un estadounidense, tres cubanos y una mujer y un niño canadienses. Hoy se intensificó el envío de ayuda a las zonas afectadas, principalmente en las provincias de Manabí, Esmeraldas y Santa Elena, declaradas en emergencia junto a Guayas, Santo Domingo de los Tsáchilas y Los Ríos.

En medio de escenas de desolación y del temor a las réplicas, los ciudadanos buscan entre los escombros en ciudades como Manta, que es ebullición de día y tensa calma de noche con la falta de luz. Casi nadie duerme en las casas que aún quedan en pie. Como alternativa se convierte en cama el vehículo y hasta las aceras de las calles y los parques, cualquier opción que evite el riesgo de tener sobre la cabeza un techo que pueda derrumbarse.

En esa población, la posibilidad de sufrir un desabastecimiento hizo que decenas de ecuatorianos hicieran colas en los supermercados en los que se acusa ya un aumento de los precios en productos básicos como el agua, que ha llegado a quintuplicar su valor.

La deseada ayuda está llegando a la zona castigada por el seísmo desde todos los puntos del país, donde se han multiplicado los centros de recepción de agua, alimentos, carpas, mantas y medicinas y otros productos. En el Parque de La Carolina, en el centro-norte de Quito, se ha instalado un centro de acopio al que acude la gente en carro propio, en taxis o en autobuses cargando víveres, agua, mantas, ropa, colchones o medicinas.

En el suelo se abren las fundas donde voluntarios clasifican la ayuda a gran velocidad. "Acá", "acá", dicen muchas voces al escuchar ropa de niño, zapatos, mantas... en medio de un barullo en el que extrañamente, todos se entienden.

La catástrofe ha disparado también la solidaridad internacional que se ha evidenciado por medio, no solo de mensajes de apoyo, sino de envíos de ayuda desde más de una docena de países de Europa y América, además de organismos internacionales y organizaciones no gubernamentales.

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, recorrió las ciudades más castigadas de la zona y dijo que su reconstrucción "tomará años", pero aseguró que la nación superará la catástrofe que vive.

El mandatario también destacó que era necesario un mayor rigor en las normas de construcción porque "muchos edificios" se derrumbaron "por mala construcción" y confió en que, de la "dolorosísima experiencia" del terremoto, se extraigan "lecciones para el futuro".