El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha pedido perdón por lo que describió como un trabajo no del todo eficiente en el envío de ayuda en los primeros días tras los terremotos que hace tres semanas asolaron el sureste del país, dejando 44.000 muertos.
"Debido a los efectos destructivos de los temblores y las condiciones de tiempo desfavorables, durante los primeros días no llevamos a cabo los trabajos en Adiyaman con la eficiencia deseada", dijo Erdogan durante una visita a esta provincia del sureste turco". "Pido perdón por ello", agregó, utilizando una expresión religiosa relacionada con el perdón de los pecados.
La declaración de Erdogan llega cuando están arreciando las críticas por la escasa presencia y supuesta descoordinación de las agencias de rescate y ayuda públicas durante los primeros días tras el terremoto.
Durante el fin de semana, numerosos grupos de hinchas de fútbol empezaron a pedir incluso la dimisión del Gobierno por lo que ven como una incapacidad de reaccionar al desastre.
En algunas zonas, los supervivientes denunciaban lo que consideraban un desinterés del Gobierno por regiones donde partidos opositores tienen mucho apoyo, pero Adiyaman, afectada por nevadas y muy bajas temperaturas en el momento de los terremotos, es uno de los feudos del AKP, el partido islamista fundado por Erdogan.