La Unión Europea y los países de los Balcanes Occidentales celebrarán mañana, martes, una cumbre simbólica en Tirana al ser la primera que tendrá lugar en la región, muestra de la influencia que los Veintisiete quieren ganar en la zona frente a Rusia o China, en plena guerra contra Ucrania.
"La escalada de la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania está poniendo en riesgo la paz y la seguridad europea y global y subraya la importancia de la asociación estratégica entre la UE y la región de los Balcanes Occidentales", subraya el borrador de la declaración final de la cumbre, al que tuvo acceso EFE.
Prueba de esa inestabilidad es la creciente tensión entre Kosovo y Serbia, cuyo presidente Aleksandar Vucic, amenazó en un primer momento con no acudir a la reunión, en señal de protesta por la decisión de Pristina de nombrar a un ministro serbio sin su consentimiento, aunque hoy ha confirmado su asistencia.
Quien seguro que no acudirá será el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, al coincidir la reunión con los actos en Madrid del Día de la Constitución. Al celebrar la cumbre en Tirana, la UE quiere mostrar un gesto de acercamiento a la región, más aún tras la tensión en la última reunión de junio en Bruselas, sobre todo con el enfado del primer ministro albanés, Edi Rama, por la aprobación en tiempo récord de la candidatura de Ucrania y Moldavia, mientras los Veintisiete mantenían bloqueado el inicio de las negociaciones de adhesión con Albania y Macedonia del Norte.
Entretanto, esas negociaciones ya se han iniciado y la Comisión Europea ha recomendado conceder a Bosnia-Herzegovina el estatus de país candidato, condición que obtendrá si los jefes de Estado y de Gobierno de la UE lo aprueban en la cumbre europea de la semana que viene en Bruselas.
La UE ha iniciado ya las conversaciones de adhesión con cuatro de los seis países de los Balcanes Occidentales (Serbia, Montenegro, Albania y Macedonia del Norte), mientras que Kosovo ha anunciado su intención de presentar su candidatura a la UE antes de que termine el año.
España, Grecia, Eslovaquia, Rumanía y Chipre no reconocen, sin embargo, su independencia unilateral de Serbia en 2008, por lo que la adhesión de Kosovo a la UE es muy difícil, en un proceso de adhesión que requiere la unanimidad de los Veintisiete y que la UE ha endurecido.